Policí­a ocupa favela Rocinha en guerra contra narcos


Un agente policial auxilia a una mujer no vidente a bajar, durante un operativo antinarcótico. FOTO LA HORA: AFP ANTONIO SCORZA

Un fuerte operativo policial en una de las mayores favelas de Rí­o de Janeiro, Rocinha, en el que toman parte cientos de policí­as, se saldaba este miércoles con un muerto y la incautación de una tonelada de marihuana, tras varios dí­as de enfrentamientos entre autoridades y traficantes.


A las seis de la mañana locales (08H00 GMT), 250 policí­as, entre ellos varios francotiradores, apoyados por un helicóptero y blindados, ingresaron en Rocinha, al sur de Rio de Janeiro, en donde viven unas 120.000 personas, una población que creció 65% en nueve años.

Según el comisario Ronaldo Oliveira, hubo tiroteos entre traficantes y policí­as y al menos un presunto traficante resultó muerto, otros dos heridos y tres detenidos.

Además de incautar marihuana, la policí­a desarticuló un laboratorio artesanal para producir drogas, según medios locales.

El miércoles a media jornada, la policí­a ocupaba Rocinha pero las escuelas y comercios del lugar estaban abiertos normalmente, constató un periodista de la AFP.

«La policí­a hace su trabajo, pero la población está con el corazón en la boca. Nunca se sabe qué puede pasar», dijo a la AFP Xaolim, el representante de la Asociación de Residentes de Rocinha.

Según él, este tipo de acciones policiales «inhibe el tráfico por un tiempo, pero no resuelve la situación».

«La comunidad carece de todo. Tenemos las tasas más elevadas de tuberculosis del paí­s, la peor escuela de la ciudad. Sin perspectivas, los jóvenes buscan el camino más fácil para tener dinero, el de la droga. Hacen falta estrategias a largo plazo», indicó.

Alba Zaluar, directora del Centro de Estudios sobre la Violencia de la Universidad del Estado de Rio (UERJ), dijo de su lado a la AFP que «la policí­a no parece haber comprendido que este tráfico tiene todo que ver con la corrupción y los intereses del tráfico de armas».

«Desde los años 1980 escucho decir que los traficantes tienen armas que son de uso exclusivo de las fuerzas armadas. ¿Qué se hizo (al respecto)? ¿Por qué no hay una investigación seria en este tema», se preguntó.

Esta nueva «batalla» en la guerra entre policí­as y traficantes en Rio se desató luego de que el sábado por la noche unos 30 delincuentes de Rocinha intentaron invadir la vecina favela Ladeira dos Tabajaras, controlada por una facción rival, para tratar de hacerse de un punto de venta de drogas, indicaron fuentes policiales.

El domingo, las dos bandas se enfrentaron con armas pesadas durante unos 10 minutos, una escena habitual para los residentes de Rio de Janeiro.

El lunes intervino la policí­a que se enfrentó con los maleantes, y varios barrios cercanos de la turí­stica zona sur de Rio de Janeiro, especialmente Copacabana, pero también Lagoa, Humaitá y Botafogo, fueron presa del pánico.

Los choques dejaron al menos cinco presuntos traficantes muertos, varios heridos y al menos 19 detenidos el martes y la policí­a aún procura capturar a una docena de sospechosos que se esconden en la tupida floresta cercana a las favelas.

El martes, las autoridades llevaron a cabo incluso la explosión controlada de una granada utilizada por los traficantes contra la policí­a, que no estalló al momento de ser lanzada.

En mayo de 2008, poco después de asumir sus funciones, el actual gobernador del estado, Sergio Cabral, ordenó una ofensiva masiva contra el crimen organizado y operaciones policiales de gran envergadura tienen lugar regularmente en las favelas en las que actúan narcotraficantes.

Frecuentemente, los operativos terminan con muertos y heridos.

Los métodos de la policí­a reciben con frecuencia la condena de organizaciones de defensa de los derechos humanos.

La violencia es un problema endémico en Rio de Janeiro, en donde más de 1,5 millones de personas viven en unas 900 favelas.