Comenzó controvertida caza de focas en la costa atlántica


La controvertida caza de focas en la costa atlántica de Canadá comenzó ayer en el Golfo de Saint-Laurent, mientras aumenta la oposición a esta práctica anual y la Unión Europea analiza prohibir la comercialización de productos derivados de estos animales.


Canadá anunció el viernes que autorizó este año la caza de 338.200 animales, de los cuales 280 mil focas de Groenlandia, 5 mil más que en 2007. El gobierno estima que la manada tiene actualmente más de 5,5 millones de animales.

Ottawa también permitirá la caza de 8.200 focas de casco y de 50 mil focas grises, en este último caso, 38 mil más que en 2008.

La caza se inició ayer por la mañana en las Islas de la Magdalena en el Golfo de Saint-Laurent, y debe continuar a inicios de abril en las aguas al este de la provincia de Terranova y Labrador.

El portavoz del Departamento de Pesca y Océanos Phil Jenkins dijo que 20 embarcaciones zarparon temprano en la mañana rumbo a una manada bastante grande ubicada cerca de las Islas de la Magdalena.

También se emitieron 16 permisos a observadores, para que activistas y medios de prensa monitoreen la caza, indicó.

El domingo, mientras la Asociación de cazadores de focas de la región organizaba un encuentro en memoria de cuatro cazadores que fallecieron el año pasado cuando su embarcación zozobró en medio de los hielos, los activistas renovaron su oposición a la caza.

La Humane Society condenó el incremento de la cuota de caza permitida, 5 mil animales más que el año pasado, y acusó al gobierno canadiense de una «profunda falta de criterio» al establecer «una cuota absurdamente alta».

«La última vez que Canadá permitió que se mataran tantas focas, la población de focas de Groenlandia se redujo hasta dos tercios en una década», denunció.

El ministro de Pesca Gail Shea respondió que la cifra toma en cuenta la opinión de cientí­ficos «para asegurarse que se mantenga la población de focas».

El ministro reiteró el compromiso de Ottawa de «defender la caza de focas humana y sostenible en Canadá, y las vidas que dependen de ella».

En abril, el Parlamento europeo votará una propuesta para prohibir los productos derivados de la foca, lo que les impedirí­a ser importados, exportados o incluso ser transportados dentro de los paí­ses que integran el bloque.

La medida debe ser aprobada luego por los gobiernos de la UE antes de poder ser implementada.

La semana pasada Rusia prohibió la caza de focas de Groenlandia de menos de un año, luego que el Primer Ministro Vladimir Putin criticara la «práctica sanguinaria».

Las focas de Groenlandia son cazadas con fines comerciales en las costas de Groenlandia, Noruega, Estados Unidos, Namibia, Gran Bretaña, Finlandia y Suecia. Pero Canadá alberga la mayor caza de focas anual del mundo.

Dichos animales son cazados principalmente por su piel, pero también por su carne y grasa, que es usada en productos de belleza.

Según el Departamento de Pesca y Océanos canadiense, el valor de la caza de 2008 fue de seis millones de dólares.

El precio promedio por piel que reciben los cazadores es de aproximadamente 42 dólares. La caza de focas puede representar el 25-35% de los ingresos anuales totales de los 6 mil pescadores locales.

En los últimos años actores y activistas, incluidos el Dalai Lama, Brigitte Bardot, Paul McCartney o Kim Basinger, entre otros, han realizado campañas en contra de esta práctica.