Los horarios ambientales


«El Estado, las municipalidades y

los habitantes del territorio nacional

están obligados a propiciar el desarrollo

social, económico y tecnológico que

prevenga la contaminación del ambiente

y mantenga el equilibrio ecológico»

(Art. 97 Constitución Polí­tica)

Rolando Alfaro

En los últimos meses hemos venido observando desorden en las zonas urbanas, especialmente provocado por la aglomeración de personas que en muchos casos se dirigen a sus actividades diarias y en otras, por el aumento desmedido del tránsito vehicular que por esa misma imprevisión de las autoridades respectivas ocasionan molestias y congestionamientos.

En ese sentido debemos meditar que no es suficiente con que los agentes de tránsito, colocados en los semáforos o bocacalles traten de ordenar el tránsito, pues no hay semáforos y mucho menos lugares adecuados para el paso de peatones. Ello, sin duda, aumenta la problemática del desplazamiento de los ciudadanos hacia sus centros de trabajo, colegios y universidades.

La ciudad de Guatemala ya no es la misma de hace 40 años, todo lo contrario, su población ha aumentado considerablemente, así­ como sus actividades comerciales y de transporte públicos. A lo anterior debemos agregar, también, el aumento de la población escolar y universitaria.

La ciudad capital, por tanto, debe cambiar su imagen, su ordenamiento urbano, pues el conducirse por la ví­a pública podrí­a ser más placentero, si los diversos pasos de peatón estuvieran debidamente marcados o señalados, si existieran ciclo ví­as para los conductores de bicicletas, semáforos peatonales, más semáforos, entre otras cosas que coadyuvaran a un ordenamiento urbano más civilizado.

Por otra parte, previendo que se acuda al argumento que no existe presupuesto para obtener un real ordenamiento urbano y del tránsito vehicular y peatonal, se puede sugerir a las autoridades respectivas que modifiquen los horarios del transporte y, a su vez, solicitar la colaboración de otras entidades para que lo hagan en el comercio, escuelas y universidades.

Urbanistas y expertos en ordenamiento citadino señalan que el problema de las horas pico, como se les llama en el paí­s u horas punta, relativo al tráfico urbano, son los perí­odos a lo largo del dí­a en los cuales el tráfico se hace especialmente intenso. Son fundamentalmente dos, coincidiendo con las horas en las que la mayor parte de la población comienza y concluye el trabajo.

Luego señalan que el modo de evitar las referidas horas pico serí­a introducir horarios de trabajo más flexibles.

Si bien es cierto que las jornadas únicas se establecieron hace muchí­simos años, debemos partir del hecho que antes sólo existí­a una Casa superior de Estudios, en la actualidad hay ocho universidades con sus respectivos centros regionales o extensiones departamentales con horarios matutinos y vespertinos, tiempo suficiente para establecer nuevos horarios en toda la República de Guatemala.

Finalmente, si deseamos que mejore la calidad de vida del guatemalteco y no sigan esas fatí­dicas cifras de enfermedades epidémicas intoxicados por respirar monóxido de carbono, gases vehiculares tóxicos, ruidos estridentes de escapes vehiculares; las autoridades respectivas deben aunar esfuerzos para reordenar el tránsito y los horarios de trabajo de las empresas, colegios, universidades y oficinas en general, a efecto de hacer la vida en la ciudad más humana y agradable y evitar enfermedades provocadas por ese cúmulo de problemas que vienen ocasionando las hora pico. Modernicemos a nuestro paí­s las futuras generaciones nos lo agradecerán.