El ser humano por naturaleza confunde el libertinaje con la libertad de ejecución. La economía de mercado es buena, pero tiene que ser regulada para evitar los abusos que ejecutivos como los de AIG cometen. Hoy estos, se están pagando bonos exorbitantes con los fondos aportados por el contribuyente americano, para evitar el colapso de esa Compañía y empeorar la situación mundial.
A finales del año 2008 leí un artículo en el Washington Post, que hablaba acerca del problema que las Compañías Aseguradoras estaban teniendo para medir los riesgos en sus coberturas. Las inclemencias del tiempo que han causado devastaciones como la del huracán Catrina y otros muchos más que cada año se forman en el Caribe causando estragos en las islas y a lo largo de las costas del golfo de México, Florida y las Carolinas.
Aunque estamos viviendo en una época en que el avance tecnológico ha alcanzado niveles inimaginables, aún no entendemos el proceso de reacondicionamiento que el planeta ejecuta para estar en capacidad de continuar garantizándonos la vida. Nosotros lo sentimos en el grado de grandes catástrofes climáticas.
En los últimos 5 años se ha leído en los diarios o escuchado en los telenoticieros acerca de poblaciones arrasadas por inundaciones, debido al desbordamiento de ríos, causado por las lluvias torrenciales, en todos los continentes. Todos estos factores climáticos han y seguirán afectando el riesgo en las pólizas que cubren fenómenos naturales. De hecho han impactado económicamente a las Compañías Aseguradoras.
Si a estos aunamos todas las pólizas que cubrían la falta de pago de hipotecas que los bancos ejecutaron, debido a la crisis hipotecaria en los Estados Unidos, nos damos cuenta que la brecha se hace más ancha y profunda. De no haber sido por esa inyección de 170 billones de dólares que el gobierno de los Estados Unidos (dinero de los contribuyentes), AIG ya hubiese entrado en una corte de bancarrota.
Hace un año, conocí a una persona que se presentó como un Asesor Hipotecario. En ese entonces ya se veían los «Short Sales» término en inglés para ejecutar una venta rápida de la propiedad para evitar el embargo, e ir a corte.
Lo más curioso es que en este proceso el Banco estaba perdiendo $150,000 en la venta de la propiedad. Esto me hizo pensar: el valor en libros de esta propiedad es de $350,000 y el banco la vendió en $750,000 tendría lógica perder los $150,000 en el «Short Sale», pero el mercado de la vivienda sería ficticio. La lógica es: eventualmente alguien tiene que perder ese dinero.
Al platicar con esta persona que mencioné, le pregunté acerca de esta situación. Su respuesta fue: «Al Banco no le importa perder esos $150,000 pues ellos ya los recuperaron en inversiones en bonos». Pero como sea eventualmente alguien tiene que perder ese dinero.
Las vísperas del año nuevo 2009 nos anuncian el colapso financiero y quiebra de los Bancos de Inversión, lo que me dio la respuesta de que eventualmente alguien tiene que perder ese dinero.