La Iniciativa Mérida


La lucha contra el narcotráfico -y otras formas del crimen organizado- es una realidad polí­tica y socioeconómica actual. Requiere del rechazo interno de cada paí­s y la cooperación internacional. Sólo de esa manera se puede enfrentar a organizaciones cuya actuación en contra de las sociedades se desarrolla con base a la participación profesional de criminales, algunos con alta capacitación militar, grandes sumas de dinero, y armamento moderno.

Carlos Cáceres

Es en el contexto de apoyar con recursos a México -400 millones de dólares-, así­ como a Belice, Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Honduras, Nicaragua, Panamá, República Dominicana y Haití­ -en conjunto recibirán 65 millones de dólares- donde se encuentra la Iniciativa Mérida, aprobada por la Cámara de Representantes de los Estados Unidos. Aunque se prevé la no injerencia de tropas o acciones de evaluación y supervisión estadounidense en acciones especí­ficas contra el narcotráfico, sí­ se destinará el l5 por ciento de los fondos para que el Departamento de Estado informe al Congreso de Estados Unidos sobre la transparencia y responsabilidad de los encargados en cada estado de impulsar la seguridad pública.

La Iniciativa Mérida -inicialmente denominado Plan México-, también incluye asignar helicópteros y tecnologí­a moderna para el combate al crimen organizado. Un aspecto importante inmerso en esa iniciativa es asumir -por la parte estadounidense- la responsabilidad compartida. Las naciones que participarán en ese proyecto utilizan recursos para combatir el narcotráfico, los cuales podrí­an destinarse a áreas sociales necesitadas, cuando es un hecho conocido que la demanda de narcóticos en Estados Unidos ha fortalecido el tráfico de drogas en las naciones anteriormente señaladas. A esta situación debe añadirse el problema de la venta de armas para el narcotráfico que también procede de ese paí­s.

El apoyo económico de Estados Unidos a través de la Iniciativa Mérida para coadyuvar en la lucha contra el narcotráfico, no debes ser concebido como una intromisión militar para cualquier nación: en un primer aspecto, porque no lo permite ninguna norma constitucional de cada paí­s; asimismo, las naciones desarrollan sus propias estrategias y tácticas en la lucha contra el narcotráfico. De igual manera, no se puede adjudicar a ninguna nación la presencia de estados fallidos que justifiquen una acción de tropas extranjeras. La gobernabilidad es un principio vigente en los paí­ses inmersos en la Iniciativa Mérida. Por esta razón, debe prevalecer el respeto a la soberaní­a dentro de principios donde se exprese la cooperación bilateral y la confianza mutua.

Nadie desconoce los problemas originados por el narcotráfico y sus implicaciones de lavado de dinero, corrupción, asesinatos y degradación humana, para citar con brevedad. Las fronteras de México con Estados Unidos y Guatemala con México, presentan una creciente violencia (enfrentamientos armados, presencia de narcotraficantes de diversas nacionalidades tratando de lograr liderazgos, enriquecimiento ilí­cito, tráfico de estupefacientes, etcétera). Una forma de combatir a esos criminales es por medio de la cooperación entre paí­ses. Un ejemplo de esta situación es el acuerdo de alto nivel en el cual las autoridades de Colombia, Guatemala, México y Panamá, establecieron recientemente un calendario para la ejecución de acciones en contra del narcotráfico, señalando la necesidad de una cooperación «efectiva y oportuna». Los acuerdos bilaterales y multilaterales demuestran que la racionalidad es una acción vigente opuesta a cualquier intervención militar de un paí­s sobre otro.

La cooperación amplia y profunda es un objetivo básico de la Iniciativa Mérida y debe implicar también frenar el tráfico de armas desde Estados Unidos. Es un hecho real demostrado con cifras y es necesaria la intervención de las autoridades estadounidenses para frenar ese trasiego de armamento, con personas y empresas muy visibles que no son los miembros de ninguna guerrilla enmontañada. Proceden de Estados Unidos y es ahí­ donde debe detenerse este tráfico armamentista que alimenta al narcotráfico. Armas significa el incremento de violencia.

Los paí­ses de la comunidad internacional, en especial quienes se encuentran desarrollando la Iniciativa Mérida, tienen claro que enfrentan a un enemigo poderoso, sin escrúpulos ni sustento ideológico. La brutalidad y falta de valores -lo cual se traduce en terrorismo- buscan intimidar. El terror no tiene blancos especí­ficos. Hombres o mujeres pueden ser ví­ctimas del terrorismo en cualquiera de sus manifestaciones. Pero también es necesario señalar la acción inmediata de las autoridades para evitar el blanqueo de millares de millones de dólares ¿Cómo puede ocurrir esto sin conocimiento de quienes dirigen las actividades financieras? Es necesario colocar un alto a las ingenuidades y actuar con valor cí­vico para detener, como ya se ha dicho en repetidas ocasiones: ese cáncer maldito del narcotráfico.