El secretario de Estado adjunto de Estados Unidos para el hemisferio Occidental, Thomas Shannon, visualizó ayer tres impactos de la crisis financiera internacional para Centroamérica: la reducción de las remesas, baja en las exportaciones y dificultad para obtener créditos.
«Los impactos van a presentarse de diferentes maneras, primero una baja en las remesas, una baja en las exportaciones y después las dificultades en obtener créditos, en el mercado del capital internacional, pero también en los bancos multilaterales», detalló Shannon.
Sin embargo, con las primeras dos mencionadas aseguró que la administración del presidente Barack Obama no puede hacer mayor cosa, pues primero tienen que sanear su economía, pero advirtió que sí pueden interceder para la facilitación de créditos.
«Nosotros en este momento lo que podemos hacer es facilitar el otorgamiento de créditos de bancos multilaterales para que continúen funcionando los programas sociales», afirmó Shannon al término de su visita a Guatemala, país en el que concluyó una gira que también lo llevó por El Salvador y Honduras.
El representante de la diplomacia estadounidense para las américas indicó también que la gira por América Central tenía como objetivo conocer las necesidades y los mecanismos para paliar los efectos de la crisis, aspectos que serán abordados por los mandatarios del Istmo y el vicepresidente de Estados Unidos, Joe Biden, en Costa Rica.
Según el funcionario estadounidense, los resultados de la cumbre de las Américas tienen que ir de la mano con la estrategia que vayan a acordar en Londres los presidentes del G-20.
Además, aseguró que durante la reunión que sostuvo este viernes con el presidente de Guatemala, ílvaro Colom, éste retomó la solicitud que hiciera al anterior gobierno estadounidense sobre la posibilidad de conceder un Estado de Protección Temporal (TPS, en inglés), para los guatemaltecos residentes en ese país.
«La petición del Presidente (Colom) la respetamos y analizamos con detenimiento», sostuvo, al tiempo de indicar que Obama ya anteriormente dijo que el problema tiene que ser resuelto de forma integral.
Cifras de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) dan cuenta que alrededor de 1,2 millones de guatemaltecos residen en suelo estadounidense, la mayoría de ellos en condición de indocumentados.