René Molina Nuyens, creador del teatro para niños


René Molina Nuyens, dramaturgo.

José Antonio Garcí­a Urrea

Previo a los años 62, no habí­a en Guatemala un teatro para niños, trabajado por adultos. Se contaba con diversos medios dedicados a ellos, como las marionetas de la gran educadora Marilena López. Fue el actor y director teatral René Molina Nuyens quien tuvo la idea de crear un teatro para niños trabajado por actrices y actores profesionales. Al respecto platiqué con él sobre esta su inquietud.


-José Antonio Garcí­a Urrea: Usted es el creador del teatro para niños trabajado por adultos, ¿cómo fue que le ocurrió esa idea?

-René Molina Nuyens: Fue allá por los años 51-53 cuando formaba parte de un programa dentro de las actividades artí­sticas del Teatro de Arte de Guatemala (TAG), también trabajaba con Marilena López con sus marionetas. Como resultado de esta experiencia empezó a dar vueltas en mi mente, esa idea, ¿por qué no hacer esas pequeñas historias con gente de verdad?, ¿con actores de carne y hueso?

-JAGU: ¿Usted ya tení­a conmocimientos relacionados con el teatro para niños?

-RMN: Sí­. Asistí­ a un seminario del departamento de letras de la Facultad de Humanidades de la Universidad de San Carlos sobre experiencias en ese teatro.

-JAGU: Entonces quiere decir que ya habí­a teatro para niños…

-RMN: Propiamente teatro para niños, no, en el concepto que yo tení­a. El primer teatro lo hice en la primaria, con niños para niños del colegio El Carmen, cuya directora era la maestra Adela Guzmán Molina; ella y otras profesoras organizaban funciones artí­sticas con los alumnos, que eran chicos.

-JAGU: ¿Esas funciones las hací­an solo intercolegio?

-RMN: En el patio se improvisó un escenario, pero el espacio dedicado al público resultó pequeño para la cantidad que asistí­a, especialmente papas y familiares nuestros, entonces se decidió trasladar la actividad al Teatro La Concepción, que era a la vez iglesia, en la 1a. avenida y 5a. calle de la zona 1. El edificio aún está, tiene lo que llamamos una excelente parrilla para teatro formal.

-JAGU: ¿Extendieron sus actividades a otros lugares?

-RMN: Dado el resultado obtenido, fuimos invitados a participar en las quermeses de la Casa Central, en donde hay un salón de actos formal, los domingos por la tarde; fue emocionante, pues nosotros chicos seguí­amos actuando para un público adulto.

-JAGU: ¿Les pagaban por esas actuaciones?

-RMN: No, era una colaboración del colegio nuestro, trabajábamos, como se decí­a entonces, por amor al arte.

-JAGU: Después de su actuación colegial a grupos privados infantiles?

-RMN: Me incorporé al teatro infantil de Marta Bolaños de Prado, en la TGW, en el Edificio de la Tipografí­a Nacional, y también en radioteatro de Tita Corina.

-JAGU: Usted ha viajado por algunos paí­ses extranjeros, ¿captó algunas experiencias alrededor de esta inquietud?

-RMN: Sí­, muy importantes. En este viajar y vivir en diferentes paí­ses descubrí­ lo que deseaba hacer. En muchos de ellos, el teatro para niños ocupa un lugar importante y se estudia a nivel académico. Trabajé en San Francisco California, Estados Unidos, entre los años 58-61; ya grandecito, por supuesto, con el The San Franciso Players Guild, un grupo profesional dedicado a llevar obras de la Literatura Universal a niños de preprimaria y primaria.

-JAGU: Cuando regresó a Guatemala, ¿pudo realizar su idea?

-RMN: Al volver, como no estaba desconectado con el movimiento teatral de aquí­, busqué a Ligia Bernal, Coordinadora de los grupos de Teatro Escolares, Norma Padilla, Supervisora de Teatro en Educación Estética y Matilde Montoya. Me costó mucho integrar un grupo, pues actrices y actores, por sus trabajos, no podí­an ensayar ni hacer teatro de dí­a.

-JAGU: Una vez organizado el grupo, ¿recibió algún estí­mulo?

-RMN: En cierto modo. Fui a hablar con Luis Domingo (Valladares), que era Director General de Cultura y Bellas Artes para solicitarle un espacio en el Conservatorio Nacional de Música y Artes Escénicas, que así­ se llamaba, para los ensayos; él me dijo que hablara con Antonio Crespo, director del Ballet Guatemala, quien me concedió uno de los salones de la Escuela Nacional de Danza.

-JAGU: ¿Lograron presentar alguna obra?

-RMN: Después de mucho trabajo y sin sabores logramos tener preparada la obra «Cenicienta», con un elenco así­: Hermanastras, Mildred Chávez y Graciele Ortiz; Madrastra, Haydeé Andreu; Cenicienta, Iris Alvarez; Prí­ncipe, Antonio Crespo; Canciller, Miguel Cuevas, Gustavo Lasa o Rubén Garcí­a: La obra se estrenó el 12 de mayo de 1962. El Consevatorio nos lo concedió el maestro José Castañeda, director. Fue el nacimiento del Teatro para Niños, actuando con actores profesionales. Me sentí­ feliz, pues habí­a concretado mi sueño.

-JAGU: ¿Posteriormente consiguió libretos para hacer ese teatro?

-RMN: Me costó mucho porque no los habí­a. Leí­ bastantes cuentos pero no me gustaron, sus temas eran y siguen siendo impropios para niños, pero entre estos estaban «Tí­o conejo y Tí­o coyote», «Pollito Fito y Pato Torcuato», de Ricardo Estrada, le pedí­ autorización para adaptarlos y me lo concedió. También se llevó a escena «La Mariposa» del actor Héctor Picón, que tuvo mucho éxito.

-JAGU: Recuerdo que habí­a un presentador que recibí­a a los niños en la puerta del Conservatorio.

-RMN: En una charla con el Dr. Graham, catedrático de los Talleres de Teatro para niños en Minneapolis, EEUU., me aconsejó sobre eso, porque era como darle una marca al grupo. En esosdí­as habí­a llegado con nosotros tratando de incorporarse Alberto Vidal (Mario González,. hijo), hoy es un Señor del Teatro en Francia. Con él se creó «La Mascota» y el «Payasito», fue un éxito por su forma de interactuar con los niños quienes querí­an retratarse con él. Es poseedor de un gran «ángel» teatral.

-JAGU: ¿Sigueron con sus actuaciones?

-RMN: Sí­. Sabí­amos que deberí­amos estudiar otra obra y escogimos «El gato con botas» ante la imposibilidad de conseguir libretos de ésta í­ndole de autores guatemalrecos. Nuestras temporadas se relizaban con funciones dominicales a 10.30 am. Lunes, martes y miércoles a las 2.30 pm.

-JAGU: ¿Hay en la actualidad libretos de teatro para niños?

-RMN: Desafortunadamente no, y tampoco academias que incluyan estudios de esta especialidad escénica. Se me ocurre que para los Juegos Florales Departamentales los habí­an de integrar, lo mismo que en los certámenes locales.

-JAGU: Usted ha estado un poco retirado de esas actividades, ¿persiste en esa idea?

-RMN: Sí­. En la actualidad, que tengo el honor de ser el Secretario General de la Universidad Popular, voy a impulsar este teatro de acuerdo con el Director de la Academia de Arte Dramático. Invito a los dramaturgos guatemaltecos a que escriban Teatro para Niños, no infantilista, para actuarlo con artistas profesionales, para que los traigan aquí­ y llevarlos a escena con los alumnos, adultos ,de este centro de estudios teatrales.