Papa lanza mensaje conciliador en Camerún


Católicos de Camerún esperan afuera del estadio Amadou Ahidjo  para recibir una misa que oficiará el Papa Benedicto XVI.  FOTO LA HORA: AFP ISSOUF SANOGO

El viaje del papa Benedicto XVI a ífrica tomó un cariz conciliador hoy, con una homilí­a ante 60 mil personas en Yaúnde dedicada a los pobres y con palabras pacificadoras hacia los musulmanes, tras la polémica sobre el preservativo que eclipsó el inicio de la gira.


Camerún «acoge a miles de cristianos y musulmanes que, a menudo, viven, trabajan y realizan sus prácticas religiosas en vecindad», afirmó Benedicto XVI a una delegación de dignatarios musulmanes antes de oficiar una multitudinaria misa en un estadio de la capital camerunesa.

«Todos creen en un Dios único» y comparten «valores fundamentales» como «la familia, la responsabilidad social, la obediencia de Dios, la defensa de los débiles», agregó.

«La religión y la razón se refuerzan mutuamente cuando la religión es purificada y estructurada por la razón, y que el potencial de la razón se libera por la revelación de la fe», agregó.

Benedicto XVI ya habí­a tratado el tema de la unión entre la fe y la razón en un discurso pronunciado en Ratisbonna (sureste de Alemania) en 2006, que suscitó indignación en el mundo musulmán porque parecí­a negar al islam toda dimensión racional y asimilarlo a la violencia.

La llegada del Papa a ífrica el martes ha estado marcada por la polémica, después de que el Pontí­fice afirmase que el uso del preservativo no soluciona sino que «agrava el problema» del sida, que afecta a 22 millones de personas en ífrica.

Hoy por la mañana en Yaundé, unas 60 mil personas se dieron cita en el Estadio Amadu Ahiyo, y varios miles más que se quedaron fuera, para asistir a la primera misa en tierra africana de Benedicto XVI, fuertemente ovacionado a su llegada a bordo del papamóvil.

En su homilí­a, el Papa lamentó «el cambio radical del modo de vida tradicional» africano y «la tiraní­a del materialismo» bajo el efecto de la mundialización.

«ífrica en general y Camerún en particular corren el riesgo de no reconocer» a Dios, «verdadero artí­fice de la vida», advirtió.

Benedicto XVI hizo alusión al trágico «desarraigo» de muchos africanos, particularmente los jóvenes privados de recursos y atraí­dos «por los paraí­sos efí­meros».

En la misma lí­nea, el Vaticano denunció «un proceso organizado de destrucción de la identidad africana» debido a la mundialización, en un documento preparatorio del próximo sí­nodo católico sobre ífrica que el Papa entregó a los obispos africanos tras la misa.

«Este proceso destructor no es irreversible», afirmó sin embargo Benedicto XVI durante la homilí­a, centrada en la defensa de la familia, tema tradicional del dí­a de San José que la Iglesia católica celebra hoy en todo el mundo.

«A los niños que no tiene padre o que viven en la miseria de la calle, a los que fueron separados violentamente de sus padres, maltratados y ví­ctimas de abusos, incorporados por la fuerza a grupos paramilitares en algunos paí­ses, querrí­a decirles: Dios os quiere», afirmó.

El Papa recordó asimismo la postura de la Iglesia sobre el aborto, pidiendo a las familias africanas que den «prioridad» a la «aceptación de la vida como regalo de Dios».

La Iglesia Católica considera que el embrión es una «persona humana» desde los primeros instantes de su concepción y se opone ferozmente al aborto.

Vigilados por un impresionante servicio de orden, las gradas, las tribunas y césped del estadio estaban abarrotados y mucha gente tuvo que quedarse fuera.

Algunos espectadores afirmaron haber pasado toda la noche a las puertas del lugar para ser los primeros en entrar.

Este es el primer encuentro de Benedicto XVI con la multitud desde que llegó a Yaundé el martes en su primer viaje a ífrica, que mañana lo llevará a Angola.