En la Revista Crónica No. 406, 15 Dic. 1995, Páginas 31 y 32 se puede leer el siguiente artículo:
CONDECORACIONES A GRANEL, escrito por Carlos Morales Monzón
El artículo trata sobre las condecoraciones que Ramiro De León Carpio, presidente de la época, entregaba.
«Sin embargo, se menciona que otras han sido concedidas, durante el presente régimen, por razones sentimentales o compromisos personales del gobernante. Las fuentes indican que este es el caso de la Orden (del Quetzal) que le fuera otorgada en fecha reciente al pintor Manolo Gallardo. Sin menospreciar el trabajo del artista, fuentes diplomáticas aseguran que la distinción que recibió en el grado de Gran Oficial es producto de un canje entre él y el mandatario, por un retrato que le obsequió a De León (Ramiro De León Carpio). Las mismas fuentes indican que ésta no sería la primera vez que el pintor intenta conseguir la máxima condecoración.
En su oportunidad pintó retratos para el ex presidente Vinicio Cerezo, sólo que luego de ofrecerle la distinción por haberlo retratado, el democristiano lo dejó esperando el reconocimiento. Algo similar a lo de Cerezo había sucedido con el también ex mandatario Jorge Serrano, a quien Gallardo dio un retrato personal bajo las mismas condiciones. El pintor tacha de falsas estas versiones y asegura que, incluso, no quería recibir el galardón».