Tras varios días de fuertes problemas en el servicio de transporte de pasajeros, la población empieza a tener indicios de querer tomar la justicia con sus manos, tal como ocurrió hoy en un hecho en el km 13.5 de la Calzada Roosevelt.
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Dos presuntos delincuentes perdieron la vida en un bus de la Ruta 10 de Mixco, luego de que un pasajero repeliera el ataque cuando éstos asaltaban la unidad.
«Uno se subió adelante y el otro atrás; como el bus venía muy lleno, el de atrás empezó a sacarle la billetera a otro pasajero que venía parado, cuando un señor lo vio y sacó una pistola… les disparó a los dos», dijo una testigo, quien pidió no ser identificada.
De acuerdo con este relato, la gente empezó a gritarle al pasajero armado una y otra vez, pidiéndole que los matara sin tener clemencia, porque «no merecían vivir»; vitoreado por los usuarios, disparó varias veces y se dio a la fuga.
Saldo mortal
Los cadáveres de los supuestos asaltantes quedaron dentro del bus; en apariencia, no utilizaron ningún tipo de arma para amenazar a los pasajeros. Sin embargo, el Ministerio Público (MP) trabajaba en la escena del crimen para verificar esta hipótesis, ya que los cuerpos quedaron bocabajo.
El piloto del vehículo -de quien por su seguridad no daremos a conocer su identidad señaló que los delincuentes subieron en la pasarela que se encuentra en las cercanías de la colonia El Tesoro, y aprovecharon el momento en el que un buen número de pasajeros abordaba la unidad.
José Rodríguez, de Bomberos Municipales, informó que por este hecho fue atendida Flora Otilia Sirín, de 18 años, pasajera, quien sufrió de crisis nerviosa.
Cansancio
Por su parte, los usuarios indicaron estar «cansados» de estos actos de violencia que se suscitan casi a diario; las opiniones de la gente van acompañadas de frustración y miedo. «Â¡Qué bueno que los mataron, porque ellos no tienen conciencia cuando lo matan a uno!», dice otro usuario no identificado.
La Procuraduría de los Derechos Humanos indica que la población busca tomar justicia por sus propias manos, ante la falta de garantías de seguridad del Estado, factor preocupante porque significa que «vivimos en una anarquía total», señalan.