Entender el tema del migrante como prefiero llamarlo, en lugar de las tradicionales y peyorativas denominaciones de: ilegales o indocumentados, resulta importante y oportuno dados los variados flujos migratorios que se extienden a lo largo y ancho del planeta. La migración como tal, existe desde que el hombre respondió a la necesidad de encontrar un mejor hábitat de vida, que le permitiera a él y su entorno (tribu, clan, gen) sobrevivir a situaciones de precariedad derivada de factores externos.
Para iniciar sitúo el presente análisis en tres contextos: las realidades internas, las regionales y la mundial.
Sobre el primero, habrá que considerar los factores estructurales de cada realidad y detenidamente analizarla a la luz de los fenómenos económicos, políticos y sociales internos, entender cómo el tejido social (familia y comunidad) del contexto al que nos referimos se ve influenciado por el fenómeno de la migración y cómo condiciona incluso patrones de vida y de consumo posteriormente. Tendrá que tenerse presente que en todo flujo migratorio intervienen varios Estados y que sobre el mismo se ha abierto un debate desde el derecho internacional que incluye aspectos de territorialidad, derechos humanos, laborales, económicos y sociales.
En el segundo contexto, las realidades regionales nos conducen a un análisis más complejo que nos permite ahondar en los factores que denomino de estabilidad regional, la incidencia política y de seguridad regional, los acuerdos y tratados sobre el tema migratorio que involucra como mencioné en el párrafo anterior a otros Estados. El análisis de los flujos migratorios en Europa resulta siendo un estudio interesante sobre este tema.
Finalmente, dada la situación de precariedad económica por la que atraviesa el sistema mundial, cabe cuestionarse seriamente sobre el tema de la reversión migratoria, un tema cada vez más visto y que es motivo de análisis. Se perciben retornos voluntarios e interesantes movimientos migratorios externos e internos que hasta ahora no se habían visto. ¿Cómo afectará la actual debacle económica mundial los flujos migratorios? Las respuestas pueden ser múltiples e interesantes, a lo mejor hasta nos podrían permitir elaborar una tesis sobre la hipótesis de las condicionantes económicas.
La pobreza continúa siendo considerada como la mayor responsable de los flujos migratorios. Por citar algunos datos, se calcula que en la última década migraron unas 30 millones de personas latinoamericanas, que corresponden al 6% del total de la población. La mayoría de estos emigrantes están en edad productiva, es decir entre 18 y 40 años.
El combate a la pobreza no es una batalla, es una guerra prolongada y consistente en armonización de políticas públicas que focaliza su atención en temas de inversión social: educación, salud, seguridad alimentaria, servicios básicos entre otros y que incide en la competitividad del país insertado en procesos mundiales de liberalización económica y movimientos sin fronteras de flujo de capitales (he aquí una paradoja de la globalización en relación a la emigración).
Esto, amables lectores, es solamente una pincelada breve de un tema en extremo complejo y que refleja una realidad, la migración como fenómeno merece un capítulo adicional para el análisis político que involucra aspectos jurídicos, pero ante todo una altísima dosis de humanismo, los migrantes son seres humanos con todos sus derechos.
Politólogo con orientación en Relaciones Internacionales y estudios de posgrado en Derecho Internacional y Política.