«Los violentos enemigos de siempre de la liberad de expresión cobraron nuevas víctimas entre los periodistas, mientras que los gobiernos populistas que siguen los dictados del presidente venezolano Hugo Chávez intensificaron sus campañas de abuso y ridiculización de las empresas mediáticas y sus reporteros», resumió el documento final de la SIP.
Reveló que seis periodistas fueron asesinados en el cumplimiento de su labor en los últimos seis meses, desde la reunión de Madrid, 4 de ellos en el norte de México, uno en Venezuela y uno en Paraguay.
«México sigue siendo uno de los lugares más peligrosos para los periodistas», remarcó, donde hasta los camiones repartidores de diarios han sido blanco de organizaciones criminales en su intento por silenciar a la prensa.
Lamentó que el accionar de la delincuencia está dando sus frutos al reconocer que la prensa se autocensura en México.
Destacó «una nota positiva» entre tantas noticias lúgubres de violencia. «Colombia, un país que en su momento fue uno de los más peligrosos para el ejercicio del periodismo, sigue sin registrar un solo caso de asesinato de periodistas», puntualizó.
Advirtió no obstante que «son más los gobiernos que ahora «no solamente están abusando de la prensa sino que están avivando activamente las llamas del odio».
«En Venezuela, el presidente Chávez ha seguido con su indesmayable tarea de humillar oficialmente a la prensa. Su retórica tiene consecuencias reales, tal como se ha podido ver en los violentos ataques a reporteros de Globovisión el pasado mes de octubre y el lanzamiento de gases lacrimógenos a las oficinas del diario El Nuevo País», relató el informe.
La táctica chavista fue adoptada «entusiastamente» por otros jefes de Estado del hemisferio, continuó el informe.
Mencionó como practicantes de la «táctica» chavista a Evo Morales en Bolivia, Rafael Correa en Ecuador, Daniel Ortega en Nicaragua, Manuel Zelaya en Honduras, Alvaro Uribe en Colombia, Oscar Arias en Costa Rica, Alvaro Colom en Guatemala, Lula da Silva en Brasil y Cristina de Kirchner en Argentina.
«Quizás el ejemplo extremo es el gobierno de Uruguay el cual se ha referido públicamente a los periodistas como «gusanos», «payasos» e «hijos de p…»», añadió el documento.
Lo más decepcionante, remarcó el documento, ha sido ver la complicidad de ciertas organizaciones mediáticas en los ataques.
«Las esperanzas de que el cambio de régimen de Fidel Castro a su hermano Raúl podría relajar la represión de la libertad de expresión que ha existido durante medio siglo en Cuba, se vieron truncadas en varias ocasiones durante estos últimos (seis) meses», puntualizó.
Denunció seguidamente la existencia de unos 26 periodistas independientes presos, cumpliendo hasta 28 años de prisión, varios de ellos en precario estado de salud.
«Hay gobiernos como el de Panamá y Costa Rica que han hecho muy poco por abrazar el espíritu o la práctica de la transparencia.
La SIP concluyó que los gobiernos vienen usando en forma alarmante la publicidad para premiar a la prensa «amiga» y castigar a la enemiga, así como la inversión en centros de transmisiones y publicaciones como centros de propaganda.
Por último, la SIP se declaró preocupada por la crisis económica que golpea a los diarios de Estados Unidos y que hace temer «que el debilitado estado de los diarios podría afectar seriamente su histórico rol como vigilantes del gobierno y la sociedad».
Comunicado,
documento final elaborado por la SIP