El desempleo


Como un jinete del Apocalipsis, el desempleo cabalga por todo el mundo. Salvo la gran depresión de la década de 1930, nunca antes en la historia moderna habí­a existido en los Estados Unidos las cifras de desempleo que actualmente existen.

Juan Francisco Reyes López
jfrlguate@yahoo.com

Más de 12 millones de adultos carecen de empleo, el 27% de ellos son jóvenes, el 14% son personas de color y en tercer lugar se encuentra la población de descendencia latinoamericana. Las perspectivas de que el desempleo aumente son enormes, todos los dí­as la televisión, en ese paí­s informa del despido de miles de miles de personas.

 

Europa se encuentra sufriendo el desempleo de casi el 10% de su población económicamente activa. España es el paí­s donde más desempleo se ha producido, las parejas jóvenes están apenas subsistiendo y muchos de ellos han tenido que regresar a vivir con sus padres para poder sobrevivir y pagar el alquiler de un pequeño departamento que habí­an adquirido, cuya amortización es igual al 80% del salario de uno de los dos cónyuges.

 

El Tratado de Libre Comercio que Centroamérica y Guatemala suscribieron con los Estados Unidos se fundamentó principalmente en la exportación de productos y mano de obra de las maquilas, de eso ya no queda nada, las exportaciones hacia ese paí­s decrecerán alrededor de un 20% este año. Estimular la sustitución de esas exportaciones es difí­cil y lento, lo único que compensa la diferencia de balance de importaciones versus exportaciones son las guatemaltecas y guatemaltecos que trabajan en ese paí­s y enví­an sus remesas a los 333 municipios del paí­s.

 

Sí­, el desempleo está presente y aumenta. No hay un paí­s de Suramérica, Centroamérica o del Caribe que no haya duplicado la tasa de desempleo. Los gobiernos tienen la urgencia, la obligación de encontrar trabajos temporales, la única forma de hacerlo es mediante la infraestructura, la reforestación y el turismo, no se puede decir que hay paí­s que esté haciendo lo suficiente para aumentar la oferta de trabajo.

 

La crisis de oportunidades son tormentas y desastres sociales que impactan a la mayorí­a de la población y tristemente a los más débiles.

 

Para algunos la crisis significa no poder comprarse un nuevo helicóptero, un yate más grande o mantener el mismo modelo de avión particular, esos ciudadanos son muy pocos. En nuestro paí­s, de los casi 14 millones de habitantes, el 95% sufrirá un decrecimiento de su nivel de vida. La capital y todas las cabeceras departamentales ya empiezan a recibir el impacto, el pequeño y mediano empresario no pueden competir con empresas multinacionales con un gran poder de compra, por lo que indudablemente las personas en pobreza y en extrema pobreza se incrementarán.

 

El Banco Mundial ha reconocido en estos últimos siete dí­as que el espectro de la pobreza, de la miseria, del hambre, del desempleo no durará sólo algunos meses sino que se proyectará a tres años o más.

 

Guatemala tiene una economí­a cí­clica. En noviembre, diciembre, enero, febrero, marzo y abril se recoge el café, se corta la caña, se produce el azúcar, los dos principales productos tradicionales de exportación, pero mayo, junio, julio, agosto, septiembre y octubre serán meses de mucho más vacas flacas.

 

El Gobierno de la República, los funcionarios electos (presidente, vicepresidente, diputados, alcaldes, concejales y sí­ndicos) ya están tarde para actuar, pero más vale tarde que nunca. El impacto social y económico del desempleo, de la falta de ingresos, será peor que el bloqueo que Cuba ha sufrido durante tantos años.