Tanto tiempo sin justicia, tanto tiempo en la incertidumbre. Tantas veces gritar «vivos se los llevaron, vivos los queremos»; tantas veces pensando en que un día aparecerán quienes desaparecieron. Habrá quiénes perdieron la esperanza y quiénes se rehusaron a claudicar en su búsqueda. Pero después de tanto tiempo, de tantas injusticias y de tanto estar en la oscuridad, una luz, aunque tenue todavía, se puede vislumbrar al final del túnel.
Luego de la entrega de algunos de los planes militares que demandaba la sociedad civil y organizaciones de derechos humanos, y de que el presidente ílvaro Colom impusiera su mandato al ejército, que se rehusaba a entregar dichos planes, y la revelación de los autores materiales de la desaparición de Fernando García, sindicalista y miembro del Partido Guatemalteco del Trabajo (PGT) y esposo de la diputada Nineth Montenegro, la búsqueda de justicia que durante tanto tiempo han esperado tantos, al fin empieza a generar resultados.
Las medidas implementadas por la Procuraduría de los Derechos Humanos (PDH) para proteger y preservar los archivos de la desaparecida Policía Nacional (PN), ya rinden sus primeros frutos. La detención y captura de dos ex agentes reciclados a la Policía Nacional Civil (PNC) de la temible institución que debía proteger a la población en esos tiempos, pero que servía a intereses más oscuros funcionando como aparato represor y comando de la muerte legalizado, son de las primeras que se dan en un caso de desaparición forzada.
Los agentes capturados, el comisario Héctor Roderico Ramírez Ríos, ex agente de la PN y quien estaba de alta en la PNC de Quetzaltenango, y Abraham Lancerio Gómez, ex oficial de la extinta institución y capturado en Ciudad Quetzal, ya fueron ligados a proceso y esperan la audiencia de apertura a juicio por el caso ilustrativo 48 del Informe de la Comisión para el Esclarecimiento Histórico (CEH) en el que se documentó la desaparición de García.
Esta semana el presidente Colom anunció en conferencia de prensa que un documento que se cree podría ser el Plan Sofía llegó por correo a la Presidencia, y el juez Jorge Mario Valenzuela logró que le fueran entregados la semana pasada los planes contrainsurgentes Victoria 82 y Firmeza 83, por lo que se espera que estos documentos arrojen a luz nuevos detalles sobre esta guerra que enlutó al país durante 36 años y que ocasionó tristeza y dolor en incontables hogares guatemaltecos.