Pide estrechar diálogo con China


El presidente estadounidense, Barack Obama, reclamó ayer un incremento del diálogo militar con China, con miras a evitar nuevos incidentes navales entre ambos paí­ses, luego de recibir en la Casa Blanca al canciller chino, Yang Jiechi.


Asimismo, el mandatario elevó esperanzas de un posible avance en las discusiones entre China y los representantes del Dalai Lama con respecto al Tí­bet, mientras acordó con el canciller que Washington trabaje junto a Pekí­n para combatir la crisis económica mundial.

La reunión entre Obama y Yang se produjo luego de una serie de intercambios de declaraciones sobre el desempeño en cuanto a derechos humanos en Tí­bet, y por el incidente del domingo entre un barco militar estadounidense y cinco naví­os chinos en costas del Mar de China Meridional.

En el encuentro, Obama y Yang «discutieron sobre el estado general de la relación bilateral entre Estados Unidos y China, subrayaron su deseo de fortalecer la cooperación y construir una relación positiva y constructiva entre Estados Unidos y China», dijo la Casa Blanca.

Obama le subrayó al canciller «la importancia de mejorar el nivel y frecuencia del diálogo militar para evitar futuros incidentes», indicó el comunicado de la Casa Blanca.

Estados Unidos denunció el lunes que cinco barcos chinos habí­an «hostigado» a un barco militar estadounidense, el USNS Impeccable, conminándole a abandonar la zona.

El tema de Tí­bet fue elevado por Obama.

«El presidente señaló que la promoción de los derechos humanos es un aspecto esencial de la polí­tica exterior estadounidense», según el texto de la Casa Blanca.

«El presidente expresó su esperanza en el progreso del diálogo entre el gobierno chino y los representantes del Dalai Lama».

Poco después, en una visita a un centro de investigaciones en Washington, Yang dijo en un discurso que «Tí­bet es una parte inalienable del territorio de China y los asuntos tibetanos son exclusivamente asuntos internos chinos».

También se refirió a Taiwán, considerada por china una provincia rebelde.

«Quiero subrayar que sin importar cómo evolucione la situación en el estrecho de Taiwán, nunca cejaremos en nuestro compromiso sobre el principio de una sola China y nunca cederemos para dar paso a la idea de «Independencia de Taiwán», «Dos Chinas» o «una China, una Taiwán»», explicó.

Obama y Yang estuvieron de acuerdo en que China y Estados Unidos deben trabajar «estrecha y urgentemente» para estabilizar la economí­a mundial.

Ambas partes necesitan estimular «la demanda tanto a lo interno como a lo externo, y hacer que fluyan los mercados de crédito», señaló la Casa Blanca.

La reunión se produjo en momentos en que la crisis mundial se acentúa y los paí­ses del mundo esperan que las poderosas economí­as de China y Estados Unidos lideren el camino hacia la recuperación.

También sirvió para preparar el camino hacia el primer encuentro entre Obama y el presidente chino, Hu Jintao, en el marco de la cumbre del G-20 de paí­ses ricos y en desarrollo, a comienzos de abril en Londres.

El miércoles, tras entrevistarse con Yang, la secretaria de Estado norteamericana, Hillary Clinton, indicó que ambas partes se comprometí­an a evitar un nuevo incidente naval como el del domingo.

China habí­a mostrado irritación por una resolución aprobada en la Cámara de Representantes que pedí­a a Pekí­n «cesar la represión de los tibetanos».

La resolución fue emitida luego de que China reforzara la seguridad en Tí­bet cuando se cumplieron 50 años de la salida al exilio del lí­der espiritual Dalai Lama.