La diplomacia latinoamericana, en conjunto, esperará hasta abril para reunirse con el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, y dialogar sobre la Reforma Migratoria que se vislumbra como un pacto que salvará las economí­as e integración de millones de familias en el continente.

La Quinta Cumbre de las Américas, a realizarse el otro mes en Trinidad y Tobago, será más que una reunión de presidentes y altos oficiales diplomáticos; también congregará las esperanzas de los gobiernos para abordar y proponer un nuevo sistema migratorio a Washington.

Mandatarios y diplomáticos de México, Centroamérica y Sudamérica han dejado ver que será «la oportunidad» que estaban esperando para discutir sobre la migración, un tema importante para al región que hasta ahora ha sido esquivado por Obama en sus discursos y acercamientos con la prensa..

El canciller guatemalteco, Haroldo Rodas, indicó que Centroamérica buscará una posición común en torno a la migración, «debido que al igual que Guatemala, el resto de paí­ses tiene un problema similar».

Las deportaciones masivas de migrantes indocumentados desde Estados Unidos ha dejado una estela de complicaciones económicas y sociales en Guatemala, que van desde una marcada reducción en los ingresos por concepto de remesas familiares hasta la desintegración de familias completas.

En el plano continental, los problemas derivados de las deportaciones dejan a millones de familias afectadas, por lo que el diálogo con Obama sobre este tema es un punto central en la agenda de varios paí­ses.

SITUACIí“N DE RIESGO

Mientras que llega la oportunidad para empezar a discutir la Reforma Migratoria, se espera un cese a las deportaciones y una nueva actitud de las autoridades estadounidenses en el trato para los migrantes, quienes han denunciado ser ví­ctimas de irrespeto a sus derechos fundamentales.

Rodas asegura que la diplomacia guatemalteca en Washington mantiene un diálogo constante con su contraparte estadounidense para discutir este tema; sin embargo considera que la reforma en el marco legal de la migración es fundamental para hacer efectivas las solicitudes hasta ahora planteadas.

Flora Reynosa, de la Defensorí­a de la población Migrante y Desarraigada, opina que los diplomáticos guatemaltecos deben apostar a una postura más firme en las relaciones con Estados Unidos, en tanto que «las violaciones a los derechos humanos de los migrantes no pueden ser tolerados de ninguna manera».

Las consideraciones hacia los migrantes no pasan desapercibidas, incluso el diario The New York Times ha dedicado columnas y un editorial para condenar las violaciones a los derechos de los migrantes en Phoenix, Arizona.

«Así­ como las migraciones sobrepasan las fronteras, los problemas que trae este fenómeno también», dice Rodas, quien espera resultados positivos para Latinoamérica en el primer dialogo bilateral con Estados Unidos.