El lanzamiento del transbordador Discovery fue pospuesto indefinidamente luego de que ingenieros de la NASA hallaran una fuga de hidrógeno en el tanque externo de la nave, pocas horas antes de su lanzamiento previsto para el miércoles, informó la agencia espacial.
Los responsables de la Nasa indicaron que el Discovery podría ser lanzado entre este domingo y el martes.
«No sabremos cuál es la naturaleza de la fuga de hidrógeno antes del viernes por la tarde», indicó Mike Leinbach, director del lanzamiento, durante una conferencia de prensa, en la que aclaró que siendo optimistas (…), el lanzamiento podría ocurrir entre el domingo y el martes.
Si los ingenieros logran localizar y reparar rápidamente la fuga, el lanzamiento podría tener lugar entre el domingo 15 y el martes 17 para no interferir con la llegada de un Soyuz a la ISS el 26 de marzo.
La fuga de hidrógeno altamente inflamable fue descubierta durante el llenado del tanque externo del transbordador Discovery, que había comenzado poco antes de las 16H00 GMT. Está situada a un costado del tanque, según precisó John Yembrick, un portavoz de la NASA.
Esta complicación de último minuto ocurrió luego de que los encargados de la misión en el Centro Espacial Kennedy cerca de Cabo Cañaveral (Florida, sureste) dijeran más temprano que todo estaba listo para proceder al lanzamiento previsto para las 21H20 locales (01H20 GMT del jueves).
El lanzamiento, que originalmente había sido fijado para el 12 de febrero, suma con ésta cinco postergaciones. Las cuatro primeras se debieron a problemas con las válvulas de control, que canalizan el hidrógeno gaseoso desde los tres motores principales de la nave.
Tres de estas válvulas fueron reemplazadas por otras nuevas. Los ingenieros de la NASA han dicho que las demoras son a modo de precaución, para probar las válvulas, que han estado bajo cuidadosa vigilancia luego de que se descubriera que una válvula del transbordador Endeavour estaba dañada durante su misión en noviembre.
Esta misión de 14 días, con siete tripulantes a bordo, está destinada a llevar e instalar un cuarto par de antenas solares dobles de la ISS (por su sigla en inglés), el último gran elemento de la estación orbital.
Este cuarto par de antenas le dará toda la energía eléctrica necesaria para realizar los experimentos científicos a los laboratorios europeo y japonés instalados en 2008 y para responder también a las necesidades de una tripulación permanente que pasará de tres personas a seis a partir de mayo.
La energía disponible de la ISS pasará entonces a 120 kilovatios, contra los 90 que tiene actualmente.
La instalación del par de antenas en el costado derecho de la ISS y su despliegue requerirán cuatro salidas orbitales de casi siete horas cada una de un equipo de dos astronautas. Una vez desplegadas, las antenas, formadas por 32.800 células, medirán 35 metros de largo y 11,58 metros de ancho cada una.
La misión también debe llevar una pieza de reemplazo para la nueva máquina de reciclaje de orina de los astronautas en agua potable, que fue entregada durante un vuelo precedente del Endeavour, aunque no funcionó bien.
«Llevar esta pieza, instalarla y poder hacer funcionar la máquina es prioritario», explicó Robert Ashley, encargado de los equipos embarcados en la bodega del Discovery.
Las necesidades de agua potable de una tripulación de seis personas que vivirán durante varios meses en la estación espacial son tales que es necesario recurrir al reciclaje, ya que sería muy costoso y muy poco práctico transportar agua desde la Tierra, según informó la NASA.
Entre los siete tripulantes del Discovery figura el japonés Koichi Wakata, quien reemplazará como ingeniero de vuelo a la estadounidense Sandra Magnus, llegada en noviembre de 2008 a bordo de la nave Endeavour.
En total, se prevén nueve vuelos para terminar la construcción de la ISS -un proyecto de 100.000 millones de dólares, en el que participan 16 países, y de una masa de 14 toneladas- y efectuar la última misión de mantenimiento del Hubble prevista para mayo.