Las banderas ondeaban a media asta hoy y Alemania trataba de comprender las razones que llevaron a un adolescente a matar ayer a 15 personas en Winnenden (sudoeste), antes de morir en un tiroteo con la policía luego de una sangrienta persecución.
En la pintoresca ciudad de Winnenden, a 20 km de Suttgart, habían colocado velas y ramos de flores ante el colegio, cuyos ventanales fueron acribillados a balazos.
Un ex alumno de 17 años, Tim Kretschmer, irrumpió el miércoles de mañana, matando a nueve estudiantes, ocho de las cuales eran chicas, y a tres docentes, con una pistola Beretta que recargaba incesantemente. Durante su fuga mató a otras tres personas, antes de suicidarse luego de un tiroteo con la policía.
El adolescente había advertido sobre sus intenciones en un foro de discusión en internet, informó el jueves el ministro de Interior del Estado regional de Baden-Wurtemberg, Heribert Rech, en rueda de prensa.
«Tengo armas aquí, mañana por la mañana iré a mi antigua escuela. Estoy harto, ya tengo suficiente de esta vida sin sentido, siempre lo mismo. Todos se ríen de mi y nadie reconoce mi potencial», explicó el joven asesino.
El miércoles al anochecer, más de 1.000 personas participaron en una misa en la iglesia local, mientras un equipo de psicólogos se instalaba en la ciudad para ayudar a los traumatizados habitantes.
Un solo título atravesaba la portada del diario local, el Winnender Zeitung: «Â¿Por qué?»
La misma pregunta se planteaban todos los habitantes de esta próspera ciudad de 27.000 habitantes, en una región de pleno empleo, conocida por su amor al trabajo, el orden y la limpieza.
La policía estudia si el padre del joven debe ser acusado. Este poseía legalmente unas 15 armas. Salvo una de ellas, todas las otras estaban guardadas bajo llave.
Pero el arma del crimen y las municiones eran accesibles al joven que, según los medios, se había iniciado en su utilización en el club de tiro de su padre.
Los investigadores también se apoderaron de la computadora del asesino. «Hemos examinado su computadora y encontramos juegos de vídeo típicos de este tipo de loco, incluyendo el juego Counter-strike», indicó Ralf Michelfelder, un responsable de la policía local.
Se anunció una conferencia de prensa para el mediodía, en la que la policía tiene intenciones de presentar los primeros elementos sobre las motivaciones del joven.
Tim Kretschmer era hijo de una familia próspera. Su padre dirige una empresa de unos 150 empleados, según los medios de comunicación. Sus padres y su hermana fueron llevados a un lugar secreto, según los canales de televisión.
El ministro del Interior del Land de Baden-Wurtemberg, Heribert Rech, había afirmado el miércoles que nada en los antecedentes del joven permitía pronosticar este acto.
El adolescente parece haber sido introvertido. «No era aceptado y pasaba el día sentado frente a su computadora», declaró el jueves uno de sus condiscípulos, identificado simplemente como Mario, al canal de televisión N24.
Los investigadores tampoco excluyen que el muchacho haya tenido problemas con las mujeres, ya que todas sus víctimas en la escuela salvo una eran chicas.
Kretschmer «destruyó el alma de toda una escuela y arrancó el corazón a una ciudad», comentó el ministro Rech. La canciller Angela Merkel proclamó «un día de duelo para toda Alemania» y las banderas flotan a media asta en todo el país.