El Departamento del Tesoro de Estados Unidos minimizó los cambios aprobados por el Congreso para flexibilizar algunas sanciones vigentes contra Cuba, al aclarar que el gobierno de Barack Obama sigue revisando la política hacia la isla para impulsar cambios democráticos.
La ley presupuestaria, que debe ser confirmada por Obama, prohíbe utilizar fondos públicos para restringir los viajes de cubanoestadounidenses y permite hacer negocios con La Habana en rubros de alimentos y medicinas sin tener que pagar por adelantado en efectivo (sistema conocido en inglés como «cash in advance»), como hasta ahora.
En cartas enviadas a senadores demócratas que rechazaban suavizar las medidas contra La Habana y por ello impedir la aprobación del presupuesto para 2009, el secretario del Tesoro, Timothy Geithner, señaló que las medidas dispuestas por el Congreso no tendrán mayor repercusión en la práctica.
Tras recibir las misivas -obtenidas por AFP-, la primera de fecha 5 de marzo y la segunda 9 de marzo, los senadores demócratas Robert Menendez (Nueva Jersey) y Bill Nelson (Florida) dieron su apoyo al paquete presupuestario por 410.000 millones de dólares para 2009, aprobado la noche del martes.
En la primera carta, Geithner recuerda que el «cash in advance» sigue vigente en una ley de 2000 sobre sanciones comerciales, por lo que «los exportadores deberán seguir recibiendo el pago por adelantado de envíos y no se permitirá exportar a Cuba a crédito, a menos de que sea a través de un banco de un tercer país».
Por lo tanto, esa disposición «lo más seguro es que no tendrá influencia en las reglas financieras vigentes», señaló la misiva.
Asimismo, Geithner afirma en la segunda carta que su departamento permitirá sólo «a representantes de una clase limitada de negocios» viajar a Cuba para «comercializar y vender productos médicos y agrícolas».
«La administración Obama no tiene nada que ver con estas o con otras provisiones de la ley», dijo Geithner, al desmarcar al gobierno actual de la ley presupuestaria, que fue aprobada con retraso ya que abarca el año fiscal que comenzó en octubre de 2008, cuando todavía George W. Bush era presidente.
Asimismo, Geithner buscó dejar en claro que estas medidas no son una señal de lo que será la política de Obama frente a Cuba, enemigo histórico de Washington sobre el que pesa un férreo embargo económico de casi 50 años.
«Nos encontramos revisando actualmente la política de Estados Unidos hacia Cuba para determinar la mejor manera de fomentar el cambio democrático en Cuba y mejorar las vidas de la población cubana», indicó el jefe del Tesoro.
Cualquier cambio de política frente al régimen comunista será consultado con el Congreso, subrayó Geithner.
Obama prometió durante su campaña levantar las restricciones de viajes a Cuba y el envío de remesas, pero no se desmarcó del embargo.
Geithner no abordó la otra disposición aprobada en la ley de presupuesto, que abrió la posibilidad a los ciudadanos estadounidenses de viajar a Cuba a visitar familiares una vez al año, en vez de cada tres, y elevó la cantidad de dinero que pueden gastar a diario de 50 a 179 dólares.
Mientras, un grupo de legisladores de la Cámara de Representantes sometió a consideración en febrero un proyecto de ley, presentada por un demócrata, para que se permitan los viajes a Cuba de cualquier persona desde Estados Unidos.
Por su parte, el diario oficial cubano Granma afirmó este miércoles que el gobierno de Barack Obama ratificó el «bloqueo» a Cuba al multar a una filial de una firma francesa, sin informar sobre la suavización de restricciones.