El combate a la delincuencia y la lucha contra la persistente pobreza son los principales desafíos que esperan al presidente que resulte elegido en los comicios del domingo en El Salvador.
El resultado se anticipa reñido, pero las elecciones se definirán en una sola vuelta porque sólo hay dos candidatos: el oficialista Rodrigo Avila, de la Alianza Republicana Nacionalista (ARENA, derecha), y el izquierdista Mauricio Funes, del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN).
«El gran desafío del próximo gobierno es atender aquellos problemas que siempre han estado ahí: la pobreza, la delincuencia. No son desafíos nuevos, son problemas que se mantienen siempre latentes y en donde es necesario formular políticas sostenidas dirigidas al alivio de la pobreza», dijo a la AFP el analista económico Roberto Rubio.
Tras veinte años de gobierno, ARENA ha avanzado a paso lento en reducir la pobreza, que afecta a 35% de los 5,7 millones de salvadoreños, según el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo.
Un pilar importante de la economía salvadoreña son las remesas que envían a sus familias en el país 2,8 millones de salvadoreños que residen en el extranjero, casi el 90% de ellos en Estados Unidos.
«El factor remesas es un aspecto que no debe de convertirse en una dependencia, más aún si tomamos en cuenta la situación financiera en Estados Unidos, que es de donde llega el mayor flujo de remesas. El país debe apostar a incrementar su comercio, por ejemplo», declaró el presidente del Colegio de Profesionales en Ciencias Económicas, Santiago Ruiz.
Durante 2008, el total de remesas fue de 3.787,7 millones de dólares, equivalentes al 17,1% del Producto Interno Bruto salvadoreño, según el Banco Central de Reserva.
Para Rubio, el ataque a la pobreza pasa por el diseño de políticas y acciones que puedan sostenerse en el tiempo, pues «medidas temporales solo son como un parche y agravan el asunto».
El combate a la pobreza figura en los planes que tanto el FMLN como ARENA han prometido en caso de ganar las elecciones y obtener un mandato de cinco años.
ARENA apuesta a continuar y expandir la Red Solidaria, un programa creado por el presidente saliente Antonio Saca, que ha entregado entre 2005 y 2008 unos 17,7 millones de dólares a 48.000 familias pobres, que para recibir esta ayuda deben enviar a sus hijos a la escuela.
El FMLN también propone continuar la Red Solidaria, pero aumentar de 20 a 40 dólares mensuales la ayuda que reciben las familias por cada hijo escolar.
Pero atacar la pobreza no es el único desafío, pues en el país persisten altas tasas de violencia delictiva.
A criterio del analista Joaquín Samayoa, el ataque a la delincuencia no solo se debe basar en el diseño de medidas represivas, sino que también debe enfocarse en medidas preventivas.
«Es prudente pensar que se necesita trabajar en aspectos como la generación de empleos para los desocupados, y salarios competitivos que ayuden a mermar la pobreza y en esa medida se ataca todos esos problemas», indicó Samayoa.
La delincuencia es un tema escasamente mencionado por los candidatos, pese a que el flagelo es uno de los que más preocupa a los habitantes de este país, donde la violencia deja entre 11 y 12 muertos a diario.