Mis ojos fueron hechos para que apreciaran la belleza de la Creación, y las obras de los hombres, pero también para que los llenara de lágrimas de compasión por todos los que sufren.
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Mis brazos, manos y cuerpo fueron creados para que los utilizara en el esfuerzo diario de ganarme el pan, pero también para que los pusiera al servicio de los hermanos necesitados.
Mi cerebro fue maravillosamente formado para que razonara debidamente, y me hicieron capaz de la mayor originalidad e inteligencia, pero también para que tuviera siempre en mente a los demás.
Y mi corazón fue fabricado para que experimentara diversas emociones y principalmente para llenarlo de amor y felicidad, pero también para que lo usara para amar con todas sus fuerzas a mi prójimo.
¡Qué grande y perfecto me hizo Dios!