El presidente boliviano Evo Morales estaba hoy contra la pared ante una creciente huelga de hambre -a la que se sumó el gobernador de Santa Cruz, la región más poderosa del país-, que exige consenso en la Asamblea Constituyente para la redacción de una nueva Carta Magna.
La medida, que parece no tener perspectivas inmediatas de solución, amenaza además la realización de la II Cumbre Sudamericana, prevista para el viernes en la ciudad central de Cochabamba, donde también sectores sociales realizan protestas en las calles.