Dos noticias publicadas en los medios en relación al mejoramiento del proceso educativo en Guatemala merecen felicitación. Una, la Fundación Castillo Córdova, promueve los desayunos escolares. Finalmente se reconoce que un niño bien alimentado rinde mejor en la escuela.
Hay que apoyarlos y hacer que todos los actores participen, alumnos, maestros y padres de familia, en un esfuerzo conjunto y que no sea únicamente recibir. Esta actividad puede ser activa, interactiva, participativa e integradora. Esto es ver más adelante. Segunda, los planes de inversión del Mineduc para 2009. Si lo que piensan hacer es capacitar a los maestros, recuerden que no sólo del lenguaje y de la matemática deben preocuparse.
Capacitar está muy bien pero si no existe un programa de seguimiento, continuaremos en lo mismo, gastar recursos para llenar una ejecución presupuestaria pero sin resultados que den un real mejoramiento en educación. El Director es la clave a nivel local; hay que apoyarlo para que él dé la orientación y el acompañamiento (seguimiento) a sus docentes.
Viendo hacia adelante, creo que estamos en la era post- de las inteligencias múltiples. El doctor Howard Gardner estableció un protocolo que usó para determinar siete inteligencias en el ser humano. Desde los años ochentas, los factores de ese protocolo han cambiado y hay que repensar lo que es la inteligencia en el ser humano. A las del doctor Gardner se han añadido dos: La NATURALISTA y la EXISTENCIALISTA. La primera, es la habilidad de distinguir y categorizar objetos o fenómenos naturales. La segunda, es la habilidad de contemplar fenómenos o dudas, más allá de los estímulos recibidos por los sentidos. Esto aumenta a nueve las inteligencias del ser humano.
Reflexionando, vemos que además de la inteligencia emocional, ampliamente tratada en los últimos años, actualmente podemos hablar de una inteligencia COMPUTADORA. Los hechos lo demuestran; una persona sin mucha educación formal pero con HABILIDAD X, tendrá entonces una INTELIGENCIA X. El protocolo del Siglo XXI, ha cambiado. Propongo que permitamos que las personas tengan las oportunidades de demostrar sus POTENCIALIDADES, en toda su amplitud y en todas sus capacidades a lo largo del proceso educativo formal. No podemos limitar a la persona a 7, 10, 15 o más inteligencias cuando la ciencia nos está demostrando que el ser humano tiene ilimitadas posibilidades cerebrales que producen acciones nuevas.
Los investigadores aseguran que para el año 2019, los robots estarán hablando como seres humanos; para el año 2030 estarán pensando y tomando decisiones como humanos. Para ir a la par de estos descubrimientos y desarrollos científicos, el ser humano está en la obligación de desarrollar más y más sus propias potencialidades; no sólo las científicas, las humanas también para mantener el BALANCE.
Los doctores Rita y Kenneth Duna escribieron sobre y promovieron los estilos de aprendizaje durante los años setentas. Creo que también ya estamos en tiempo post de estas ideas. La neurología aplicada a la educación nos obliga a pensar para saber y entender cómo aprende la persona y para trabajar formas de enseñanza más acordes al siglo actual. No niego que cada persona tenga un estilo más fuerte que otros para aprender.
Lo que digo es que este movimiento es sólo la base de lo que podemos y debemos hacer ahora. Ver adelante. Es la comunidad educativa la que hoy tiene que discutir cómo aplicar los nuevos conocimientos en el quehacer diario en el aula. Tenemos a mano toda la información.
Sugiero que las planificaciones de los maestros incluyan las formas más naturales-multisensoriales-de percibir el ambiente que tienen sus alumnos, ya sea que vivan en ciudades o en el campo. Sugiero también que todo lo que se haga con los alumnos, tenga PROPí“SITOS CLAROS, que su enseñanza sea activa, participativa, con SIGNIFICADO. Sugiero que se capacite a los maestros en cómo la neurología enseña a enseñar para que los alumnos aprendan a aprender. Por sobre todo, sugiero EVALUAR el conocimiento y no medirlo mediante pruebas estandarizadas. El Mineduc DEBE cambiar su cultura de medición. Hay que ver hacia adelante y permitir que los alumnos DEMUESTREN EN MíšLTIPLES FORMAS, SUS MíšLTIPLES POTENCIALIDADES.
Repensemos nuestras acciones, ¡Veamos más adelante!