Dos históricos quedan fuera de Gabinete


(I) El Ministro de Relaciones Exteriores, Felipe Pérez Roque  y el Secretario del Consejo de Ministros, el vicepresidente Carlos Lage (D) mientras caminan por el palacio de la Revolución.  FOTO LA HORA:   AFP Adalberto ROQUE

Pedro Miret y Osmany Cienfuegos, dos históricos cercanos al lí­der Fidel Castro que figuraban como vicepresidentes del Consejo de Ministros, quedaron fuera del Gabinete, según la formación del equipo publicada hoy en la prensa.


Tras numerosos cambios en el Gabinete anunciados ayer por una nota del Consejo de Estado, la prensa publicó los nombres y fotos de los seis vicepresidentes del Consejo de Ministros, que presiden Raúl Castro y José Ramón Machado.

Los seis vicepresidentes después de los cambios son: Ramiro Valdés, Ulises Rosales, Jorge Sierra, José Ramón Fernández, Ricardo Cabrisas y Marino Murillo. No aparecen Miret y Cienfuegos.

Miret, ingeniero civil de 82 años, acompañó a Fidel y Raúl Castro en el asalto del Cuartel Moncada (1953) y en la expedición del yate Granma (1956). Alcanzó el grado de Comandante, ocupó altos cargos en el Secretariado y el Buró Polí­tico del Partido Comunista (PCC) y fue miembro del Consejo de Estado.

Cienfuegos, de 78 años y hermano del héroe de la revolución Camilo Cienfuegos -desaparecido en un accidente en 1959-, es un arquitecto que ocupó las carteras de Obras Públicas y Turismo, fue uno de los dirigentes de la reforma urbana aplicada por Fidel Castro y ocupó altos cargos en el Buró Polí­tico del PCC y el Consejo de Estado.

Fue también secretario del Comité Ejecutivo del Consejo de Ministros hasta 1992, cuando dejó el puesto a Carlos Lage, sustituido ayer. Ocupó la presidencia de la Organización de Solidaridad con los Pueblos de Asia, ífrica y América Latina.

Aunque ambos funcionarios estaban ausentes de la actividad pública desde hace meses, presuntamente por problemas de salud, su relevo no habí­a sido confirmado.

En la más reciente elección de la nueva legislatura del Parlamento hace un año, Miret no fue reelecto diputado, condición que mantení­a desde 1976.

CANCILLER El nuevo rostro


Periodista y embajador, Bruno Rodrí­guez, de 51 años, es el nuevo rostro de la diplomacia de la Revolución Cubana, quien sustituye al canciller Felipe Pérez Roque, tras pasar por las candentes tribunas de la ONU y la dirección de la polí­tica hacia América Latina.

Abogado que nació en México en enero de 1958, un año antes del triunfo de Fidel Castro, Rodrí­guez ocupará el cargo que desempeñó durante una década Pérez Roque, según una nota oficial difundida ayer.

Rodrí­guez se convierte en el sexto ministro de Relaciones Exteriores de la Revolución después de Raúl Roa, Isidoro Malmierca, Ricardo Alarcón, Roberto Robaina y Pérez Roque, cuyo destino inmediato no se indicó en el decreto oficial que lo sustituyó.

Hombre de ademanes pausados y sólida formación intelectual, el nuevo canciller fue también dirigente estudiantil, profesor de Derecho Internacional Público en la Universidad de La Habana, secretario de Relaciones Internacionales de la Unión de Jóvenes Comunistas (UJC) y director del diario Juventud Rebelde, uno de los dos de circulación nacional.

En 1990, cuando comienza el desmembramiento y desaparición de la Unión Soviética y su bloque, Rodrí­guez es electo miembro del Comité Central del gobernante Partido Comunista (PCC, único) y dos años después jefe de su Departamento de Cultura.

En 1993 pasa a la vida diplomática como Representante Alterno de Cuba ante las Naciones Unidas, designado después para la máxima representación y a su regreso a La Habana, vicecanciller a cargo de las relaciones con América Latina.

A principios de 2006 y ya como vicecanciller primero, fue designado jefe de la Brigada Médica cubana que trabajó durante varios meses en Pakistán atendiendo a las ví­ctimas del terremoto en zonas montañosas, bajo grandes heladas, trabajo que le mereció elogios del entonces presidente Fidel Castro.

Rodrí­guez asume en momentos en que la isla expande sus relaciones en América Latina, que en diciembre pasado en la cumbre regional en Brasil incorporó a Cuba en el Grupo de Rio.