El presidente boliviano Evo Morales, elevó a rango de ley 44 contratos petroleros y regresó así al Estado la propiedad de la riqueza hidrocarburífera, en el último eslabón de la nacionalización que permitió recuperar el gas de manos de multinacionales.
Se trata de la primera vez que unos contratos petroleros se convierten en ley luego de haber sido sometidos a revisión por el Parlamento bicameral y protocolizados ante notario público, formalidades que los ponen en vigor a partir de este domingo y garantiza la seguridad jurídica para las empresas.
Los nuevos contratos petroleros, pactados el pasado 28 de octubre con 10 transnacionales, tras la nacionalización del 1 de mayo, aseguran ingresos de unos 1.300 millones de dólares al Estado a partir de 2007, tres veces más del monto actual y casi cinco veces más del obtenido con la privatización de 1996.
La inversión en exploración y explotación también trepará a 3.500 millones de dólares entre 2007 y 2010, en tanto los ingresos en las próximas tres décadas podrían alcanzar los 67.631 millones.
El presidente Morales calificó de «hecho histórico» la elevación a rango de ley de los contratos, en una ceremonia realizada en la casa de gobierno.
«En este contrato tienen seguridad jurídica, en este contrato esta depositada la fe del Estado, nunca antes ningún contrato ha sido ratificado en el Congreso Nacional, cumplimos con la Constitución y ahora con mayor razón pueden invertir. Bolivia necesita mucha inversión», puntualizó.
Morales encabezó una sobria ceremonia tras retornar esta madrugada de una gira que lo llevó a Nigeria, donde asistió a la cumbre afro-sudamericana, y a Cuba, donde estuvo en la primera línea de los homenajes a Fidel Castro.
«Si el primero de mayo era el día de la nacionalización el 28 de octubre ha sido la real y verdadera nacionalización donde las empresas aceptaron todas las reglas bolivianas», afirmó en referencia a que en esa fecha las petroleras aceptaron los nuevos términos del negocio.
Las 10 multinacionales que adhirieron la nacionalización del gas y petróleo renunciaron a la mayor parte de los privilegios que les dio una derogada ley de hidrocarburos que les atrajo a Bolivia en la década pasada.
En los nuevos contratos de exploración y explotación, las compañías se comprometieron a pagar un promedio de 82% de impuestos y a entregar toda la producción a su «único cliente», la estatal Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB), que se reserva la competencia para exportar y concretar mercados.
Las compañías también han aceptado renunciar a la vía diplomática para la resolución de controversias.
El 1 de mayo, Morales anunció la nacionalización de los hidrocarburos, en un plan que igualmente devolvió a la estatal YPFB el control de toda la cadena de producción y distribución de la reserva boliviana de gas de 1,55 billones (millones de millones) de metros cúbicos.
Morales ha proclamado que con el fruto de la nacionalización de los hidrocarburos, Bolivia saldrá de su postración económica en un plazo de 10 ó 15 años.
Las multinacionales que operan en Bolivia son: Petrobras, Repsol, Total, Matpetrol, British Gas, Pluspetrol, Andina, Chaco, Petrobras-Bolivia y Vintage.