Conocido como el ’General de la Paz’, por firmar en nombre del Ejército el fin de la guerra de 36 años en 1996, Otto Pérez Molina buscará la presidencia de Guatemala en el 2007 con el lema de «mano dura» contra la pobreza, la corrupción y las pandillas juveniles (maras).
Pérez propone sacar el ejército a las calles y la ’inteligencia civil’ para dar una lucha sin cuartel contra los pandilleros, a los que también se propone rehabilitar, según dijo en una entrevista con la agencia France Presse.
Las encuestas ubican a Pérez en el segundo puesto de preferencia para los comicios de noviembre del 2007 con 17%, detrás de ílvaro Colom (24%), quien perdió la presidencia con el actual mandatario í“scar Berger.
«Hoy no hay otra forma, aquí no cabe una negociación, no cabe una mesa para sentarse a negociar con los mareros. Aquí lo único que cabe es carácter, firmeza y decisión para terminar con un problema o por lo menos disminuir un problema que afecta a diario a los guatemaltecos», aseguró.
«Con los ’impuestos’ que cobran las maras bajo amenaza (a empresarios y ciudadanos) estamos como en Estados Unidos en los años 20’s y 30’s con las mafias. Lo único es declararle una guerra frontal a las maras para poner en orden y en paz a Guatemala», agregó.
Pérez defendió las negociaciones de paz que se realizaron con la guerrilla izquierdista para poner fin a la guerra, pues los guerrilleros luchaban «por espacios políticos, por reivindicaciones, supuestas o no. En cambio con el narcotráfico, las maras y el crimen organizado, estamos hablando de delitos con el propósito de lucrar, enriquecerse y tener control y poder de diferentes áreas».
El general afirmó que su compromiso es el de combatir el crimen organizado que ataca «en las calles, en las casas, en los carros, y en el transporte público».
Pérez dijo estar seguro que la mano dura dará resultado, contrario a lo que ha ocurrido en El Salvador y Honduras.
«Tanto en Honduras como en El Salvador las legislaciones son diferentes, en esos países las leyes decían que los podían detener (a los mareros) por los tatuajes, por símbolos, signos, señas, códigos, su forma de vestir incluso», pero en Guatemala existe una legislación donde se tipifican otros delitos.
Entre los delitos están «las exacciones intimidatorias, que no es más que los impuestos que están cobrando, la obstaculización del transporte con fines extorsivos, pero hay algo más que es la tipificación de las organizaciones ilícitas, esa ley es una herramienta valiosísima para combatir a las maras», aseveró.
«En Guatemala, otra de las grandes áreas que han quedado vacías es la ausencia de inteligencia civil, aquí no me pueden hablar ahorita de que hay planes para enfrentar a las maras, sencillamente porque no tienen la inteligencia», lamentó.
Por ello, recomendó hacer públicas «las estructuras de las maras, deberíamos saber cuál es la responsabilidad de cada uno de ellas, cuáles son las funciones, cuánto dinero están recibiendo, es decir todo un trabajo de inteligencia», aseveró.
La ley contra el crimen organizado, aprobada el pasado 20 de junio, permite agentes encubiertos y las escuchas telefónicas, previa autorización de un juez.
FRASE:
«(…) aquí no me pueden hablar ahorita de que hay planes para enfrentar a las maras, sencillamente porque no tienen la inteligencia»,
Otto Pérez,
Secretario General, PP.