La Diócesis de las Verapaces manifestó su preocupación por el alto índice de muertes violentas y los desalojos con uso de fuerza que se han registrado durante los últimos días en Alta y Baja Verapaz.
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Por medio de un comunicado de prensa, el obispo Rodolfo Valenzuela Núñez se refirió a las 33 muertes violentas que se han registrado entre enero y lo que va de febrero de este año.
A criterio del religioso, tal situación «ha fomentado un clima de inseguridad y desconfianza en la población, alarmada por tantos asesinatos a plena luz del día».
La inquietud expresada por la diócesis también se refiere al desalojo de campesinos de la finca Guaxac, en jurisdicción del municipio de Tucurú, en Alta Verapaz, el 12 de febrero pasado, durante el cual se registró la muerte de un campesino y varios quedaron lesionados.
«Tal desalojo se realizó con más de 500 efectivos de las fuerzas del Ejército y la Policía (…) denunciamos que no se prestó ayuda a los campesinos heridos, cuando sabemos, por testigos oculares, que estaban disponibles en el lugar varias ambulancias», cita el comunicado.
Ante ese panorama, reiteraron su intranquilidad por el deterioro «evidente y progresivo de la convivencia y la paz social».
SIN ATENCIí“N
A criterio de la diócesis, ha habido invisibilización de los hechos acontecidos en ambos departamentos, en especial del desalojo violento en Tucurú, por lo que también evidenciaron su malestar por la falta de atención sobre la situación.
«Nos preguntamos por qué estos hechos tan graves y dolorosos no tuvieron ningún eco (…) nos preocupa la falta de atención de los operadores de justicia ante muchos de estos hechos que quedan casi siempre en la impunidad y generan desconfianza en el sistema de justicia», apuntaron.
Finalmente, el obispo concluyó con un llamado para la búsqueda de la resolución de los conflictos, por medio de acciones coordinadas sin el uso de la violencia.