«No hay camino hacia la paz, la paz es el camino» Gandhi
En una interesantísima tesis presentada por alumnos de estudios superiores del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey, se analiza con una rigurosa técnica investigativa los elementos que generan las perspectivas del Conflicto entre Pakistán e India por la región de Cachemira.
Ampliamente discutido y negociado, tanto en los círculos académicos como políticos, el tema de la Cachemira, por distante que pueda parecer a nuestra realidad geográfica, encierra una serie de elementos de profundas raíces con profundas connotaciones para la estabilidad mundial.
Este fascinante enclave geográfico bañado por la Bahía de Bengala y el Mar Arábigo es a mí entender una de las regiones estratégicamente más importantes del planeta. Lo que imaginariamente podría ser la puerta al mundo islámico y occidental, vecino de la China, punto de contención del extremismo con el cual paradójicamente libra permanentemente un combate, con una vecindad geográfica interesante en un puente natural hacia el Medio Oriente y el Asia.
Habrá entonces indudablemente que entender una serie de factores, tal y como muchísimos analistas coinciden en señalar: en primer lugar, los elementos fundamentales, que incluyen a su vez los elementos históricos (elemento jurídico) y los argumentos políticos.
En los conflictos de solución territorial habrá que tener en cuenta el elemento de los intereses geoestratégicos, por esa razón el análisis de la ubicación geográfica, así como los recursos deberán ser considerados.
Finalmente, en el análisis de este conflicto habrá que visualizar permanentemente otras consideraciones por demás validas: los elementos ideológicos, económicos y religiosos. Sobre este último punto habrá que ser lo suficientemente preciso para diferenciar las diversas posiciones que se asumen en nombre de la Fe y evitar con ellos sesgos desde posiciones propias.
Si hiciéramos un recuento de los derramamientos de sangre y de la polarización constante que se pretende en ambos lados de la «Línea Verde» llegaríamos a la conclusión que la intolerancia pudo haber ganado la partida hace muchísimo tiempo. Lo cierto es que, en buena medida gracias a la política de contención que ha jugado la comunidad internacional, por un lado y por otro en buena medida a la madurez de las instituciones democráticas, el conflicto no ha llegado a donde muchos esperen nunca deba llegar, a una confrontación directa con posibilidades de uso de tecnológica nuclear.
Considere para su análisis que Pakistán e India son dos poderosas naciones con un peso político y económico importante y una amplia influencia en el contexto de las relaciones internacionales.
Finalmente, habrá que tomar en consideración para un análisis más profundo, los elementos de la desigualdad social que desdibujan el mapa interno en ambos lados y que fomenta la intolerancia como fruto de la desesperación. Le sugiero ver la película «Slumdog Millionaire» catalogada por sus críticos como una aproximación a los cinturones de miseria de las grandes urbes, en este caso Bombay, capital financiera de la India.