Cuando escribo una opinión, en ese momento quisiera ser un periodista famoso, para que los funcionarios que me lean, tomen en cuenta lo que recomiendo, y pongan en práctica mi idea si es que la consideran de algún valor.
Soñar y escribir no cuesta, por lo menos cuando hay libertad de opinión y expresión, y si tenemos suerte, algún periodista famoso puede creer que lo que decimos tiene algún valor y hace suya la opinión, que eso ya es ganancia.
Vamos a suponer en esta opinión que la posición económica de las familias en Guatemala se numera del 1 al 100, en el número uno está la más acomodada y en el número cien, encontramos a la más pobre.
Si se quiere diseñar un programa social para favorecer a 250 mil familias, quiere decir que se quiere favorecer más o menos de un millón a un millón y medio de personas, pues ponemos un mínimo de 4 a 6 miembros por familia. Esto significa que se favorecerá a todas las familias más pobres que están en la escala, entre el 90 y el 100 en acomodamiento.
Sin querer ofender la pobreza, sino que llamar las cosas por su nombre, entre este estrato de población del 90 al 100, están las familias que tienen algún tipo de problema, tales como incapacidad física, incapacidad mental, enfermos, indolencia, alcoholismo, etc. Este sector no participa, no coopera, no oyen noticias y en muchos casos, viven como ausentes y para agravar el colmo de los males, ni votan.
Todos estos factores hace que estas personas que debieran ser el objeto de los programas sociales, ni por enterados se dan que estos programas sociales existen, lo que hace que lo aprovechen personas que están en mejores condiciones que ellos.
Sin embargo hay un sector que podríamos decir que en la escala económica se encuentran entre el 70 y el 90. Estas personas aunque son pobres tienen trabajos que les permiten medio alimentarse, son más participativos, está al tanto de lo que sucede en su comunidad y aprovechan cualquier oportunidad que les proporcione ingresos o beneficios sociales. Además tienen la ventaja de que bastantes de ellos votan y en cierta forma desean progresar.
Este sector que está entre el 70 y el 90 son los que medio aprovechan los programas sociales, subsidios, servicios de salud, aunque no todos, pero sí la mayoría.
En realidad si alguien tiene el ideal de eliminar la pobreza extrema de las personas que están en la escala entre el 90 y el 100 y que no se desvirtúe ni se recargue innecesariamente los bolsillos de la población que es la que en última instancia es la que paga esos programas, tiene que diseñar un programa a conciencia, poco a poco, que vaya incluyendo a los que realmente necesitan que se les meta el hombro, pues hacerlo en forma acelerada los que se benefician son los de siempre, los mas chispudos.
Alguien me puede decir que es urgente, que el hambre no espera pero hay que acordarse de aquel dicho que dice «Despacio porque precisa» y una vez Ud. incluya una persona que no es verdaderamente necesitada, quitarla de los programa es muy difícil. Aquí viene a colación otro dicho que dice, «Lo que se da y se quita, en el infierno se desquita».
Un ejemplo claro de que los chispudos son los más aprovechados con los subsidios, está el caso de la energía eléctrica, pues el pobre, pobre, un foquito tiene y no gasta mas de 10 a 15 kilovatios al mes. Ud. dirá y por qué pagan Q60 mensuales, pero, lo que pagan es el servicio de alumbrado público para las municipalidades, pero donde ellos viven ni eso existe. Hay casas en colonias que tienen más de un contador y dividir el consumo, así aunque consuman 150 kilovatios, siempre están subsidiados.