Usemos lo nuestro


A mí­ siempre me trae buenos recuerdos el ver que alguien sea bueno para enseñar a leer y escribir, pues fue la puerta que usó mi madre para ingresar a Teculután, donde fue muy querida, por eso siempre que se habla de ese tema, me interesa de sobremanera.

Guillermo Castañeda Lee, Céd R-19 No. 997, Teculután, Zacapa

Leí­a en un matutino que TIMOTEO RIVELINO CUX, un maestro de San Andrés Xecul, Totonicapán, enseña a leer a sus alumnos en 4 semanas y que por lo divertido que es cuando se practica, hasta las madres de los niños aprenden a leer.

Pero en esta vida todo tiene sus peros y sus desventajas y es que este señor es guatemalteco, indí­gena, de pueblo, que implementando su método no se traen asesores internacionales, no se viaja, no se puede usar polí­tica de moda y agradecerlo con la Orden del Quetzal, en fin, aunque habla con acento el español, no tiene el sabor chileno, argentino, venezolano o el cubano, etc.

Los guatemaltecos si bien es cierto que le abrimos ventanas a nuestro paí­s, es para que entren los extranjeros, pero nunca pensamos que lo único que necesitamos es la luz, pues la sabidurí­a está aquí­ adentro, pero no la usamos.

Ya el Ministerio de Educación debiera de tener bajo análisis este programa de enseñanza y si resulta ser bueno, ponerlo a prueba en dos o tres regiones del paí­s y ya dejemos a un lado aquel pensamiento guatemalteco mediocre, de que todo lo que viene de afuera es mejor.