Cuba vive con nerviosismo las últimas horas para una posible reaparición de Fidel Castro mañana en un imponente desfile militar, tras cuatro meses de convalecer de una delicada cirugía y ceder el poder a su hermano Raúl.
Su presencia o ausencia en el desfile, el primero en 10 años, es esperada por los cubanos como la clave para descifrar un posible retorno de Fidel al poder o un futuro cercano sin el líder que los ha gobernado durante casi medio siglo.
Más de 300 mil personas marcharán en la emblemática Plaza de la Revolución, corazón político de la isla comunista, donde serán exhibidos aviones de combate Mig y helicópteros MI-17, tanques, cohetes antiaéreos, carros blindados y otros equipos soviéticos modernizados.
El desfile conmemora 50 años del desembarco del yate Granma en las costas del sureste de Cuba, con Castro al mando de 81 hombres que se internaron en la Sierra Maestra y combatieron al dictador Fulgencio Batista hasta derrocarlo el 1 de enero de 1959.
Será el cierre de una semana de homenajes por los 80 años que Castro cumplió el 13 de agosto, pospuestos por su crisis de salud y organizados por la fundación del fallecido pintor ecuatoriano Oswaldo Guayasamín.
La clausura del tributo está prevista para la tarde de este viernes en el Teatro Karl Marx, donde estará el escritor colombiano Gabriel García Márquez, según Pablo Guayasamín, hijo del pintor, quien dijo no creer que Fidel asista al acto, aunque unos dejan abierta la posibilidad.
«Lo que más me alegra es poder venir ahora al 80 cumpleaños de Fidel y vendré a los 100», dijo el Premio Nóbel de Literatura 1982, un amigo entrañable de Castro.
A pesar de la situación interna de Bolivia, el presidente Evo Morales llegó temprano el viernes con una torta de coca para Castro, y el mandatario electo de Nicaragua, Daniel Ortega, arribará en las próximas horas.
Un emotivo concierto, la tercera edición de «Todas las voces, todas», tuvo lugar la noche del jueves en la Tribunal Antiimperialista, frente a la misión de Washington en La Habana, donde músicos latinoamericanos, encabezados por los cubanos Silvio Rodríguez y Pablo Milanés, cantaron a Fidel hasta la madrugada del viernes.
Los actos de este homenaje sin precedentes para Fidel, en el que participan unas 1.800 personalidades de 80 países, han estado marcados por la incógnita sobre su real estado de salud y la posibilidad de que reasuma o no el mando de Cuba.
Durante dos jornadas del coloquio «Memoria y Futuro: Cuba y Fidel» desfilaron intelectuales, políticos, activistas sociales y artistas que exaltaron el pensamiento y obra de Castro, entre mensajes de optimismo y cautela, algunos con tintes de despedida.
En el discurso de clausura del simposio la noche del jueves, el canciller cubano Felipe Pérez Roque afirmó que el presidente «se recupera y regresará al combate a proferir una «nueva derrota» a quienes le desean la muerte.
«Los enemigos que sueñan y se equivocan con la idea de que la ausencia de Fidel puede significar la ausencia de las ideas y las convicciones y los principios que Fidel ha sembrado a nivel masivo en su pueblo y en el mundo, pueden desaparecer», subrayó.
A inicios de la semana era muy alta la certeza de los cubanos de que Fidel reaparecerá de verde olivo el sábado en el desfile; pero un mensaje leído en la gala de apertura del festejo moderó las opiniones.
Castro se excusó, por ese medio, de estar ausente en el tributo debido a que, según los médicos, no «estaba en condiciones» de someterse a altas emociones.
Pero el 2 de diciembre siempre ha sido para los cubanos la fecha clave. Fue el mismo presidente quien la propuso para la celebración de su cumpleaños cuando el 31 de julio reveló que fue operado tras una hemorragia intestinal y cedió el poder a su hermano Raúl de forma temporal.
«Si dijo que iba a estar, estará», dijo un joven mecánico de La Habana; en tanto que otros, como una ama de casa vecina del Vedado, estimó que el mensaje del martes pintaba la situación «de gris a oscuro».
Castro, único líder conocido por un 70% de los 11 millones de cubanos, participó por última vez en un acto público el 26 de julio, un día antes de la cirugía. Desde entonces sólo fue visto en fotos y en cinco videos, el último el 28 de octubre para desmentir versiones de gravedad e incluso de muerte.