A cada momento nos encontramos desechando más de algo que nos fue útil o que ya no nos sirve. Un pedazo de papel que envolvía un chocolate es lanzado al bote de basura, un par de baterías son desechadas pues se acabó su vida útil, y en algunos casos el arbolito de Navidad que se secó. Todos a cada momento nos deshacemos de algo.
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Nunca nos preguntamos cuál es el destino de esa basura. Si acaso se degradará conforme el paso del tiempo o si existirá para siempre; si terminará en un bosque o a un río o si caerá en manos de otra persona.
Y ni hablar de la «cultura de reciclaje» que es virtualmente inexistente en nuestro país. Si no reflexionamos sobre el destino de nuestra basura, entonces es probable que desconozcamos que hay personas que se dedican a esto, a encontrar la basura desechada por los otros para buscar algo rescatable, algo que vender o algo que se pueda reutilizar.
Podría sonar como algo parecido a «un trabajo sucio pero alguien tiene que hacerlo»; y en verdad son cientos de mujeres, hombres y hasta niños que día a día viajan en esos camiones vetustos color amarillo recolectando la basura de miles de hogares, o que trabajan en el relleno sanitario de la zona 3, a donde va a parar la mayor cantidad de basura, recolectando lo que podría darles el sustento necesario o reciclando objeto por objeto.
Los colectores y los «guajeros» (como son conocidos quienes recolectan la basura en el relleno sanitario), se dedican a esta noble tarea día a día, y es noble, pues basta imaginarse que el camión de basura no pase una semana para que los desechos se acumulen formando una gran montaña frente a la residencia de cada uno de los hogares, como ha sucedido en Europa cuando las huelgas de los colectores paralizan al país, pues la acumulación es tal, que los residentes deben ascender y descender montañas de desechos en su camino al trabajo.
Además, es un trabajo peligroso, pues se pueden contraer numerosas infecciones y enfermedades al estar rodeado y manipulando basura, o como en el caso del año pasado cuando un deslave sepultó a ocho guajeros que trabajaban en el relleno sanitario de la zona 3.
Si no fuera por ellos, estaríamos hasta las narices en basura, literalmente. Según cifras sobre el manejo de los desechos en el país, aproximadamente son seiscientas mil toneladas de basura diaria que se producen, del cual el 50 por ciento es del área metropolitana.
En esta misma área, el 72 por ciento es recolectado por las municipalidades mientras el 28 es lanzado en basureros clandestinos o barrancos. En el área rural el 35 por ciento de los desechos es incinerado.