Dicha ley entrará en vigencia 60 dí­as después de su publicación, y ha quedado pendiente la emisión de su reglamento, precisamente para establecer cuál va a ser el procedimiento para poder fiscalizar el cumplimiento de dicha normativa.

Hace aproximadamente un lustro tomé una de las decisiones más importantes de mi vida; decidí­ de un dí­a para otro dejar de fumar. Dejar de hacerlo es un proceso bastante complejo, ya que al igual que el alcoholismo se debe tener conciencia de que el tabaquismo es una enfermedad, que indefectiblemente acarrea un sinnúmero de enfermedades como lo son la hipertensión arterial, diabetes, entre otras; y por supuesto la más tétrica para el sexo masculino; disfunción eréctil -término empleado recientemente en la medicina sustituyendo así­ al de impotencia.

En otros paí­ses como Colombia, dicha ley se ha implementado y a pesar de su loable propósito, personas inescrupulosas son reticentes a querer cumplirla. Sucedió en un bar-restaurante de ese paí­s latinoamericano, que cuando el administrador urgió a un comensal que se encontraba consumiendo bebidas alcohólicas y aprestándose a encender un cigarrillo a que lo apagará o abandonará el establecimiento, esté desenfundó su arma y le disparó a mansalva.

Es innegable el hecho que los tiempos en nuestra querida Guatemala han cambiado, y nuestras costumbres e idiosincrasia nos hacen ver ante los ojos del mundo y ante nuestros propios ojos, como un paí­s belicoso.

Es de vital importancia que el reglamento de la Ley de Creación de Los Ambientes Libres de Humo de Tabaco sea implementado lo antes posible, y que el mismo sea difundido en todos los medios de comunicación. Será necesario concienciar a la población de que debe respetarse el derecho humano a la salud, y que se debe ser tolerante ante las autoridades de salud pública y los propietarios de establecimientos donde esté prohibido el consumo de tabaco, para evitar hechos lamentables como el ocurrido en Colombia.