Conrado de Piacenza, Santo
Un voraz incendio destruyó cosechas en una localidad de Piacenza.
El verdadero culpable era Conrado Confalonieri. Su profesión era la de soldado de aventura.
Era fundamentalmente un hombre de bien, y por eso no dudó en entregarse. Después de haber confesado su culpa, manifestó que estaba dispuesto a pagar los daños. Y así lo hizo, aunque quedó en extrema pobreza.
Después de varios años de piadosa peregrinación de un santuario a otro, fray Conrado fijó su residencia en un pueblito llamado Noto, más abajo de Siracusa, en un lugar apartado. Pero la fama de su santidad lo seguía como la sombra, y al ver que las demasiadas visitas le quitaban el tiempo para la oración, se retiró de allí y fue a vivir en una gruta apartada que después la gente bautizó con el nombre de «gruta de San Conrado». Allí murió el 19 de febrero de 1351.