Con la nueva Constitución de la República -que entró en vigencia en 1985-, los asambleístas consideraron que el deporte debería tener prefijado un presupuesto proporcional del 3 por ciento con relación al Presupuesto General de la Nación, cifra que podría antojarse pequeña, pero que sumada durante esos 24 años, la cifra se cuenta por millardos. ¿Habrá valido la pena la inversión?
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El artículo 91 de la Constitución de la República establece la asignación presupuestaria para el deporte de la siguiente manera: «Es deber del Estado el fomento y la promoción de la educación física y el deporte. Para ese efecto se destinará una asignación privativa no menor del tres por ciento del Presupuesto General de Ingresos Ordinarios del Estado».
La cifra total que han recibido las instituciones del deporte se desconoce, ya que al ser consultado el Ministerio de Finanzas Públicas sobre los montos otorgados desde 1986, sólo proporcionó las cifras desde 1998 hasta el año pasado, y que sumado con lo asignado ya para 2009, suman, en esos once años, 6 mil 299 millones 906 mil 979 quetzales (Q6,299,906,979).
El mismo artículo refiere que de tal asignación el 50 por ciento se destinará al sector del deporte federado, por medio de la Confederación Deportiva Autónoma de Guatemala (CDAG) a través de sus organismos rectores, en la forma que establezca la ley; 25 por ciento se le otorga al fomento del deporte escolar (otorgado al Ministerio de Educación), y el otro 25 por ciento al deporte no federado (otorgado al Ministerio de Cultura y Deportes).
Es decir, que del monto arriba mencionado, la CDAG ha recibido desde 1998 más de 3 millardos de quetzales (Q3,149,953,489.5); y el deporte escolar y el no federado han recibido, en cifras iguales, un millardo y medio (Q1,574,976,744).
SIN BRILLO
Después de más de dos décadas, 40 disciplinas deportivas no han logrado producir eco suficiente para que junto a la agitación de la bandera nacional aparezca el brillo del oro, la plata y el bronce en una competición a nivel mundial.
En la máxima competición deportiva, los Juegos Olímpicos, Guatemala no ha obtenido medalla alguna. La participación chapina dio inicio con las justas de 1952, en Helsinki, Finlandia. El impulso que habían dado los gobiernos de la Revolución había sido fundamental para que se consolidara el deporte olímpico, al darles, además, la autonomía.
Sin embargo, con la Contrarrevolución, se vinieron los primeros problemas, ya que desde los Juegos Olímpicos de 1956 hasta los de 1964, se evitó ir a las justas, «por razones económicas». En el evento de México 1968, Guatemala retorna a la competición. Desde entonces, no ha dejado de asistir (LEER RECUADRO GUATEMALA EN EL CICLO OLíMPICO)
Los deportes que más han sido representados son el tiro con armas y atletismo, con diez asistencias, seguido de levantamiento de pesas (9), y luego el ciclismo y natación (8). Le sigue la lucha (6), boxeo (5), navegación a vela (4), ecuestres, futbol, bádminton, pentatlón moderno, taekwondo y tiro con armas de caza (todas con tres); esgrima, gimnasia, judo, y remo (con 2), y una vez en canotaje (1).
Los atletas que más han participado son los tiradores Arturo Iglesias Vargas (tiro/blanco en movimiento) y Francisco Romero Arribas (tiro/skeet), y el marchista Luis García Bechinie -quien todavía compitió en Pekín-, todos con cuatro asistencias.
Las veces en que más cerca se ha estado de la medalla han sido en Moscú 1980, cuando en ecuestres Oswaldo Méndez Herbruger fue al desempate, y perdió por fracciones de segundo. También en Atenas 2004, cuando Heidy Juárez quedó en cuarto lugar en taekwondo. En Los íngeles 1984, el boxeador Carlos Mota perdió en cuartos de final, a una victoria de las medallas.
Habrá que recordar que tanto en Moscú como en Los íngeles, hubo un sabotaje entre Rusia y Estados Unidos, y no asistieron a las olimpiadas del rival, por lo que la calidad se disminuyó, sobre todo en Los íngeles, donde dejó de asistir todo el bloque del Segundo Mundo, y ello favoreció para avanzar a los chapines.
En los Juegos Panamericanos, una escala menor a los Juegos Olímpicos, Guatemala ha tenido resultados más dulces, como el reciente del evento en Río de Janeiro 2007, en donde se ganaron dos medallas de oro, y otras de plata y bronce.
CASO PARADIGMíTICO
Sin embargo, una de esas medallas es el caso paradigmático de la karateca Cheily González. La diputada Anabella de León no tiene reservas para poner en el tapete el caso de Cheily, quien en el pasado no ha sabido disfrutar del fomento al deporte como ordenanza constitucional.
Asimismo, entre su fiscalización no ha encontrado sólo la limitación a los atletas, como el caso de Cheily a quien se le ha impedido utilizar las instalaciones de la Federación de Karate y menos tener a su disposición un preparador o entrenador físico, puntualiza.
Como consecuencia, Cheily González y su familia se vieron en la necesidad de pagarse su propio entrenador y conseguir una instalación particular, como ejemplo de persistencia deportiva para ganar.
«Donde hay una clasificación, un triunfo, una medalla es porque el propio atleta se ha tenido que autofinanciar; todos se quejan, deportistas y delegados de asociaciones, por la falta de apoyo financiero y apoyo técnico, negación caracterizada en la CDAG», dice Anabella de León.
PRIMEROS PROBLEMAS
Pese a los millardos de quetzales invertidos por el Estado, a través de los impuestos, el deporte no ha sabido dar sus frutos. Pero el caso Cheily ha demostrado que no se trata por las carencias del guatemalteco ante los deportes, sino por la poca eficacia que se tiene para invertir el dinero otorgado constitucionalmente, y otros fondos que provienen de publicidad.
Mientras la Carta Magna, manda y no suplica, como prioridad el interés por el deporte, la legisladora Anabella de León recuerda el caso de la videolotería, donde las autoridades de la CDAG decidieron hacer inversiones, mientras el atleta ha sido figura de las carencias.
El desvío de la ruta del aporte constitucional no queda en inversiones contrarias al fin primario, también De León refiere lo detectado que en muchos eventos internacionales, parientes y amigos de los dirigentes han saboreado las mieles que también cubren el poder de ser dirigencia del deporte nacional.
Asimismo, recuerda el caso de las intervenciones que han hecho en federaciones, como la de Fisicoculturismo, de Lucha, de Natación, donde no han querido que tomen posesión los dirigentes que verdaderamente han ganado, a pesar de las resoluciones de la Corte de Constitucionalidad.
Los dirigentes han incurrido en desobediencia, hay falta de honor, inmoralidad, ha prevalecido la corrupción y mala utilización del dinero del Estado para favorecer personas cercanas, amigos o familiares cuando de viajar se trata, obtener viáticos y prebendas «para la comadre o el compadre», puntualiza la parlamentaria.
DIFíCIL FISCALIZACIí“N
Poco o muy poco ha podido la Contraloría General de Cuentas para fiscalizar al deporte federado. Ante las sabidas faltas en que se incurren, Carlos Mencos, contralor general, refiere que apenas hay formulaciones de tres cargos contra autoridades deportivas, pero que no llegan ni siquiera por un millón de quetzales.
Un caso es por 516 mil quetzales sustentado en que los miembros del Comité Ejecutivo, Secretario y Subgerente, quienes devengaron gastos de representación, que -según criterio del auditor y el mismo Contralor- no comparten en virtud que no tienen derecho a ellos. El caso extremo es que los señalados de ese cargo, llevaron a instancia jurídica ese caso, la que está siendo discutida en los tribunales correspondientes.
Otro pago considerado improcedente por la Contraloría, que aparece en la formulación de cargos por 211 mil 349 quetzales con 90 centavos por prestaciones laborales y ventajas económicas, indemnización y salarios hechos por la CDAG.
Una más por 169 mil 599 quetzales por liquidaciones de viáticos al exterior, realizadas de forma extemporánea; «la ley establece que cuando se hace después del tiempo establecido se deben reintegrar los viáticos», citó Mencos.
ETERNAS MULTAS
Además, hay otras sanciones económicas, entre las que destacan una de 6 mil quetzales por falta de política para regularizar las cuentas contables, por lo que fueron sancionados con 32 mil quetzales por registros contables incorrectos; otros 24 mil quetzales porque no existe informes de trabajo de la gente que está trabajando bajo el renglón 029.
Asimismo, 2 mil quetzales de multa por inadecuada segregación de funciones; 12 mil quetzales por falta de manuales y procedimientos; 8 mil quetzales por falta de controles para la recepción y distribución de patrocinios; 30 mil quetzales porque hay algunos inmuebles que no están registrados contablemente, en consecuencia no se reflejan en los estados financieros.
La cuenta sigue: 24 mil quetzales en sanción, por obras finalizadas pero no incluidas en las cuentas de construcciones en proceso; 24 mil quetzales por gastos registrados en las cuentas de construcciones en proceso; 16 mil quetzales por terrenos no incluidos en el balance general o de inmuebles; 151 mil quetzales por incumplimiento de la Ley de Contrataciones del Estado; 40 mil quetzales por arrendamiento de espacios para vallas publicitarias sin controles…
El documento leído y entregado por el jefe de la Contraloría de Cuentas, enumera más sanciones económicas por falta de legalización de algunos movimientos presupuestarios; Estados Financieros autorizados que difieren de los generados a través del Sistema de Contabilidad Integrado (Sicoin).
Inobservancia de normas de auditoria del sector gubernamental; falta de controles al régimen de prestaciones de trabajadores de la Confederación Autónoma, modificaciones autorizadas por la gerencia, presentación de contrato de forma extemporánea a la CGC; inmuebles sin documentos que acrediten la propiedad de la Confederación.
Falta de presentación de informes de parte de la subgerencia técnica deportiva; expedientes de obras presentados de forma extemporánea.
De todo lo anterior, se lee entre líneas, descuido de la parte gerencial de la institución o el Comité Ejecutivo, quienes pierden de vista cuáles deben ser los instrumentos técnicos y administrativos para documentar y sustentar cada una de las actividades que desarrollan, analiza Mencos.
Al ser consultada la versión de la CDAG, en la dirección financiera, se indicó que nos refiriéramos nada más al Acuerdo Gubernativo 423-2008 del Ministerio de Cultura y Deportes -publicado el 21 de enero de 2008-, en donde se establece su presupuesto. Sin embargo, no quisieron dar declaraciones sobre las supuestas anomalías.
POLITIZACIí“N
La Constitución de Guatemala establece la autonomía del deporte: «Se reconoce y garantiza la autonomía del deporte federado a través de sus organismos rectores, CDAG y Comité Olímpico Guatemalteco, que tienen personalidad jurídica y patrimonio propio, quedando exonerados de toda clase de impuestos y arbitrios.
El 23 de abril de 1946, en la época de Juan José Arévalo, fueron aprobados los estatutos de la CDAG y reconocida su personalidad jurídica. Su autonomía fue dictada por Decreto Legislativo número 211 el 7 de diciembre de 1945.
Sus 46 artículos brindan libertad de juicio a aquel hombre que haga representar esa autonomía, pero básicamente le ordena que la CDAG no tenga ningún nexo político ni religioso.
El mandato es de proporcionar ayuda al deportista amateur, propugnando por su mejoramiento físico, moral e intelectual; sin embargo, no hay repaso que sea dirigido a intereses particulares, sino inspirado en los ideales que tiendan al mejoramiento del deporte.
Sin embargo, la realidad es otra. Ferdy Berganza, diputado por Chiquimula, cataloga que la dirección del deporte guatemalteco se debe a un círculo vicioso donde hay un «clan» de los mismos dirigentes, lo que ha permitido que lleguen a dirigir el deporte personas que hacen manejos dudosos, sin supervisión y falta de control en el Gobierno, sostiene.
Uno de los problemas, revela el diputado Berganza -quien también ha sido dirigente deportivo- es el de las eternas reelecciones de los dirigentes de la CDAG y las respectivas federaciones. A pesar de que estos puestos son ejercidos ad honorem, la realidad refleja que a través de sus manos pasan millonarias sumas.
Los electores de las federaciones son los mismos presidentes de las federaciones y de las asociaciones; según el diputado Berganza, parte del dinero constitucional lo usan para la campaña electoral, época en que asignan más dinero a ciertas federaciones que al final se convierten en votos clave para ser electos.
Similar como ocurre en la guerra, la asignación de los recursos económicos es a discreción para las asociaciones deportivas. «Nadie les supervisa la inversión en complejos deportivos, en todos los eventos que organizan», explica el legislador.
De esa cuenta, Berganza acepta que, en materia económica, es más rentable ser dirigente deportivo que diputado. «Yo preferiría ser presidente de la CDAG antes que diputado, para que se hagan una idea de lo que significa dirigir esa institución».
Y como él -pese al estatuto de autonomía del deporte, que obliga a la no politización-, han entrado al juego de la política y del deporte al mismo tiempo. Tal es el caso del ex diputado Sergio Camargo, quien durante el período 2004-2008, además de ser legislador formó parte del Comité Olímpico Guatemalteco, y buena parte de su labor dentro del Hemiciclo la dejó de lado para atender asuntos del deporte.
Al igual que Antonio Coro, actual alcalde de Santa Catarina Pinula, quien además es presidente de la Federación de Halterofilia, conocida rústicamente como levantamiento de pesas, quien está previsto deje por unos días la comuna para viajar a Puerto Rico y atender de cerca una actividad deportiva más.
Estos nombres fueron proporcionados por el diputado Berganza; sin embargo, no obtuvimos respuesta de Camargo y de Coro para confirmar las afirmaciones que realizara el legislador.
PROPUESTA
A través del esfuerzo parlamentario de todas las bancadas representadas en la Comisión Legislativa de Deportes, se encuentra listo el texto de la nueva Ley de Deporte, en la que se contempla la utilización del dinero en 50%%%% para la inversión y 50%%%% para el funcionamiento. Actualmente, el cien por ciento del dinero se destina al funcionamiento.
También se abre la oportunidad para crear el Consejo Nacional del Deporte, en la que se incluirían todos los sectores interesados en promover y desarrollar el deporte a nivel nacional, de forma descentralizada y no como ocurre hoy.
Asambleas más grandes, candados presupuestarios para evitar la mala utilización de los recursos, democratizar las ligas y sectores deportivos también formarían parte de los nuevos cimientos que se esperan para la edificación de una nueva Ley del Deporte, según información recabada.
CONCLUSIí“N
Las autoridades del deporte han gozado de una cláusula constitucional que otorga fondos, sin necesidad de negociarlos, para que se pueda invertir en el deporte. Sin embargo, desde que se instauró, la mayor parte del presupuesto se ha dirigido a los gastos de funcionamiento, y muy poco a la inversión.
Sin entrar en suspicacias, el dinero no ha servido para fomentar buenos deportistas, ni siquiera para alcanzar triunfos internacionales, como bien lo demuestra el historial deportivo, sobre todo en los Juegos Olímpicos.
Una reorganización del deporte es necesaria, como se intentará hacer con la nueva Ley del Deporte. Sin embargo, se debe tomar en cuenta que, además, hace falta incluir en este análisis la decadencia del deporte escolar y la poca capacidad de las autoridades de capturar a los deportistas amateurs en profesionales.
En primera instancia, y sin necesidad de reformas constitucionales ni leyes específicas, se debe empezar por hacer más drásticas las sanciones a los malos manejos, rotar a las dirigencias para que haya nuevos bríos, despolitizar al deporte y, sobre todo, crear sistemas de ayuda a los deportistas, para que los Kevin Cordón y las Cheili González, puedan beneficiarse del dinero que constitucionalmente otorgamos, con nuestros impuestos, para el fomento del deporte.
Total del presupuesto percibido por el deporte nacional desde 1998 hasta 2007.
CDAG 238,788,448
COG 47,757,690
Federaciones 191,030,758
No Federado 119,394,224
Educación física 119,394,224
Total por año 716,365,344
1924 México, Cuba y Guatemala solicitan al Comité Olímpico Internacional la institución de los Juegos Centroamericanos y del Caribe, valederos como primer escaño para el ciclo olímpico.
1926 Se realizan los primeros Juegos Centroamericanos en la ciudad de México.
1938 Guatemala había participado en todos los Juegos Centroamericanos, menos los realizados en este año en Panamá.
1947 El 23 de abril, nace el Comité Olímpico Guatemalteco y es reconocido por el Comité Olímpico Internacional.
1950 Guatemala organiza los VI Juegos Deportivos Centroamericanos y del Caribe, del 25 de febrero al 12 de marzo.
1952 Guatemala inicia su participación en Juegos Olímpicos, en Helsinki, Finlandia.
1968 Guatemala retorna a las justas olímpicas, luego de tres citas que no había acudido, debido a problemas financieros. Justo en este año, vuelven con 22 atletas a las Olimpiadas de México.
1980 En las Olimpiadas de Moscú, fue la vez en que más cerca se estuvo de la medalla de bronce, ya que Oswaldo Méndez Herbruger quedó empatado en el tercer lugar en ecuestres. Sin embargo, en el desempate quedó en cuarto lugar.
1984 Otra vez cerca de una medalla, cuando el boxeador Carlos Mota perdió en cuartos de final en su categoría, quedando a un paso de al menos el bronce, en las Olimpiadas de Los íngeles.
1988 Carlos René Silva se convirtió en el primero, y hasta el momento el único, guatemalteco que ha sido abanderado en dos ocasiones. La primera vez fue en Moscú 1980. Esta vez, en Seúl, Corea del Sur.
2004 Heidy Juárez en taekwondo quedó de nuevo cerca de la medalla, al quedar en el cuarto lugar de su categoría.
2008 Guatemala participó en su más reciente experiencia olímpica, en Pekín, China, con un total de 255 atletas.