Firme frente contra Corea del Norte


Kim Jong II (C), lí­der supremo de Corea del Norte, inspecciona unas instalaciones militares de su paí­s.

Estados Unidos mantiene su exigencia de que Corea del Norte renuncie a su programa nuclear después de que este paí­s hizo estallar su primera bomba atómica, y espera que las conversaciones de las seis partes se reanuden lo antes posible.


Después de tres dí­as de consultas en Pekí­n, el emisario estadounidense Christopher Hill indicó el jueves que habí­a hecho propuestas a Corea del Norte.

«La cuestión principal en Pekí­n era la forma de lograr que los norcoreanos tomasen algunas decisiones duras para dejar la cuestión nuclear, y si ellos adoptan esas decisiones duras nosotros responderemos en la forma apropiada», afirmó Hill, sin dar precisiones sobre las propuestas que Corea del Norte «prometió estudiar», según la embajada de Estados Unidos.

«Estas ideas tienen por objetivo lograr avances rápidos (hacia la desnuclearización)», agregó el secretario de Estado adjunto para Asia oriental y el Pací­fico.

«La mejor manera de no sufrir sanciones es abandonar los programas nucleares», aseguró antes de partir hacia Tokio.

Al llegar a Japón, Hill admitió que quedaba aún mucho por hacer antes de que se reiniciaran las conversaciones.

En Pekí­n, el negociador estadounidense se reunió en varias ocasiones con sus homólogos norcoreano y chino, Kim Kye-Gwan y Wu Dawei, para reactivar antes de fin de año las conversaciones empantanadas desde hace un año.

«Las tres partes decidieron unir sus esfuerzos para el reinicio de las conversaciones de las seis partes lo antes posible (…) y lograr avances», indicó el ministerio chino de Relaciones Exteriores, que consideró «útiles» las últimas consultas.

Además de China, Corea del Norte y Estados Unidos, en dichas negociaciones participan Corea del Sur, Japón y Rusia.

Desde que llegó a Pekí­n el martes, el delegado norcoreano habí­a hecho saber claramente que el régimen de Kim Jong-il se encontraba ahora en posición de fuerza, después del éxito que reivindica de su primera explosión atómica, el 9 de octubre.

«Con nuestra prueba nuclear hemos tomado medidas defensivas contra las sanciones que nos habí­an impuesto. Ahora podemos discutir en un pie de igualdad», habí­a declarado Kim.

Pero Estados Unidos cuestiona esta posición.

«La explosión de un artefacto nuclear no hace que Corea del Norte sea una potencia nuclear», reiteró Hill.

Citado el jueves por la agencia surcoreana Yonhap, el negociador norcoreano reiteró el compromiso de su paí­s en la desnuclearización «de la Pení­nsula Coreana», pero advirtió que «no habrá abandono unilateral».

En la última sesión de conversaciones de los seis paí­ses, en septiembre de 2005, Corea del Norte habí­a aceptado abandonar sus programas nucleares a cambio de ayuda internacional y de garantí­as de seguridad.

Pero dos meses más tarde, Corea del Norte dio marcha atrás en sus promesas, invocando sanciones impuestas por Estados Unidos para luchar contra el lavado de dinero y la falsificación de dólares destinadas a financiar el desarrollo del armamento nuclear, según Estados Unidos.

Desde entonces, Corea del Norte procedió a su primer ensayo nuclear, provocando la condena de la comunidad internacional, incluyendo a su más cercano aliado, China, y sanciones de la ONU.