Debaten condiciones para negociación nuclear



Funcionarios norcoreanos, estadounidenses y chinos se reunieron hoy por segundo dí­a consecutivo en Pekí­n para intentar fijar las condiciones de reanudación de las negociaciones multilaterales destinadas a frenar el programa nuclear norcoreano.

El secretario de Estado adjunto Christopher Hill, el principal negociador norteamericano para Corea del Norte, se reunió con el enviado norcoreano Kim Kye-Gwan y con el negociador chino Wu Dawei, dijeron funcionarios de la embajada estadounidense en Pekí­n.

Los emisarios ya habí­an dialogado el martes en un esfuerzo por reanudar el diálogo multilateral que comenzó en 2003 pero se estancó el año pasado tras la objeción de Corea del Norte a sanciones financieras impuestas por Estados Unidos.

Consultado el miércoles por periodistas sobre si confí­a en que logrará progresos, Hill respondió: «No lo sé; no tengo idea».

«Pero lo que sí­ sé es que la primera ronda de negociaciones requiere progresos y estoy trabajando en eso», añadió en declaraciones difundidas por la televisión japonesa.

La voluntad de reactivar las negociaciones entre Corea del Norte, Corea del Sur, Estados Unidos, China, Japón y Rusia también ha provocado múltiples reuniones diplomáticas esta semana con enviados japoneses y surcoreanos en China, anfitrión del diálogo entre los seis interlocutores y el aliado más fuerte del régimen comunista de norcoreano.

Hill ha indicado que espera que las reuniones de esta semana puedan conducir a una reanudación completa de las negociaciones sobre la cuestión nuclear norcoreana a mediados de diciembre.

El encuentro del miércoles entre Hill y Kim fue el primero desde sus conversaciones secretas en Pekí­n el 31 de octubre, que también incluyeron al chino Wu.

Tras esa cita, Corea del Norte acordó en principio reanudar las negociaciones, pero no se fijó una fecha.

La reanudación total de las negociaciones ha cobrado urgencia tras el primer ensayo nuclear de Corea del Norte el 9 de octubre pasado, que desencadenó sanciones de Naciones Unidas.

El portavoz del Departamento de Estado, Sean McCormack, dijo el martes de noche que los emisarios de Estados Unidos, Corea del Norte y China se reunirí­an juntos y luego de manera bilateral el miércoles, al igual que el dí­a anterior.

Estados Unidos ha insistido en que no reanudará las negociaciones multilaterales sin garantí­as de que éstas no serán usadas por Corea del Norte como una táctica para ganar tiempo mientras avanza en sus ambiciones nucleares.

McCormack precisó que los encuentros del martes versaron sobre los pasos que se esperan de Corea del Norte para que comience a dejar de lado su programa nuclear, y sobre qué ofrecerí­an a cambios los otros cinco paí­ses.

Al llegar a Pekí­n el martes, el enviado norcoreano dijo que Pyongyang espera volver a entrar en las negociaciones multilaterales con la fuerza que le otorga ser ya una potencia nuclear, una posición que Estados Unidos ha rechazado.

«Hemos adoptado medidas defensivas, a través de un experimento nuclear, contra sanciones que nos han sido impuestas», dijo Kim a periodistas, en referencia al ensayo.

«Como hemos alcanzado esa posición, ahora podemos tener un diálogo al mismo nivel», añadió.

McCormack volvió a desestimar la posición norcoreana.

«El único objetivo de estas negociaciones es tener una Pení­nsula Coreana sin armas nucleares», señaló.

Se prevé que Hill viaje este miércoles a Corea del Sur y a Japón para seguir discutiendo este tema.

«Quiero tener hoy una reacción de Kim Kye-Gwan y luego viajaré a Seúl», indicó Hill.

En Tokio, entre tanto, el jefe nipón de Defensa, Fumio Kyuma, y el general Zhang Qinsheng, jefe adjunto del Estado Mayor del ejército chino, reanudaron el miércoles el diálogo bilateral sobre defensa, interrumpido hace tres años, con el telón de fondo de la crisis norcoreana, dijeron fuentes oficiales.

Tras la degradación de las relaciones entre China y Japón durante el gobierno del ex primer ministro nipón Junichiro Koizumi, su sucesor, Shinzo Abe, ha hecho de la mejora de las relaciones con Pekí­n una de las prioridades de su polí­tica exterior.