El escritor anglo-indio Salman Rushdie, que llegó a este balneario del Caribe colombiano, dijo que la literatura de India y de América Latina están ligadas por la similitud de sus historias y que la censura en su contra no garantiza la calidad de un escritor.
La fama de Rushdie trascendió la literatura en 1989, cuando el líder religioso iraní ayatolá Ruhollah Jomeiní puso precio por su cabeza por la visión que presentó del profeta Mahoma en su novela «Los versos satánicos». Desde entonces, hace dos décadas, ha sido víctima de censura y persecución.
«Me siento emocionado de llegar a Cartagena, a este Caribe mágico, descrito con maestría por García Márquez. Yo conocí a Cartagena a través del Otoño del Patriarca (obra del colombiano), cuando era un estudiante de Cambridge, en Londres, y desde entonces quedé impactado por la magia del Caribe», dijo.
El escritor llegó a Colombia como invitado central del «Hay Festival», un evento cultural que reúne en este puerto a un centenar de escritores, periodistas y artistas de 15 países. Este año el tema central gira en torno a los escritores víctimas de la censura o la persecución.
«Al llegar a Colombia siento lo mismo que cuando visito Centroamérica u otro país de Sudamérica, y es que hay muchas similitudes entre aquí y la India. Son lugares hermosos, inspiradores, pero donde existen contrastes y desigualdad. Pese a ser culturas diferentes se entienden con facilidad una y otra», precisó.
«Diferencias entre los ricos y los pobres, una historia de regímenes civiles y militares totalitarios, corrupción, la religión en el medio de la cultura y la importancia de la unidad familiar. Si me describes cómo se vive eso aquí yo pensaría que estamos hablando de la India, y viceversa», enfatizó.
Rushdie condenó el terrorismo y dijo que esta práctica es injustificada provenga del grupo, gobierno o guerrilla que sea: «los atentados demuestran que le puede pasar a cualquiera. No importa quién sea uno, lo que haya dicho o hecho. La naturaleza del terrorismo es infundir el pánico colectivo», anotó.
Agregó que no es serio que un escritor exhiba la censura en contra de su obra «como un trofeo de caza de su trabajo». «El buen escritor no es un político que busca sacar réditos de la censura. Un buen autor plasma un arraigo en las páginas, que su historia alcance el blanco de la verdad sirviéndose de medios fantásticos, que la narración pura se constituya en su único objetivo».
Ahora que se ha acercado a la literatura Latinoamericana, Rushdie sonríe al recordar que cuando alguien le recomendó «Cien años de soledad» se sorprendió al pensar que nadie más tonto como su autor (García Márquez) para titular un libro «adelantando que va a ser aburridísimo». «Hoy, no se puede entender este continente sin haber leído a García Márquez», enfatizó.
Rushdie sostendrá ayer en Cartagena una conversación con el director del Instituto Cervantes de Nueva York, Eduardo Lago, y hoy se trasladará a Bogotá donde tiene previsto dictar una conferencia en una universidad estatal.
Rushdie nació en Bombay, India, en junio de 1947. Siendo adolescente fue enviado por sus padres al Reino Unido, donde estudió en Rugby School, uno de los más prestigiosos internados británicos. Más tarde estudió historia en el King»s College de la Universidad de Cambridge.
El «Hay Festival» nació en 1988 en la población inglesa de Hay-on-Way y anualmente reúne escritores, músicos, pintores, diseñadores y expertos en medios de comunicación que reflexionan sobre sus actividades. Desde 2006 se realiza en el puerto caribeño de Cartagena.
El escritor anglo-indio Salman Rushdie, que participa en la ciudad colombiana de Cartagena en el «Hay Festival» de las artes, congregó ayer a más de un millar de personas que colmaron un teatro de este puerto caribeño para escuchar su discurso sobre censura y literatura.
Rushdie sostuvo una conversación con el director del Instituto Cervantes de Nueva York, Eduardo Lago, sobre los alcances de su obra y su experiencia como un escritor víctima de la persecusión y censura.
«Yo no pienso en eso (amenazas de muerte). En término de mi vida y de mi trabajo, sólo escribo», dijo.
La fama de Rushdie trascendió la literatura en 1989, cuando el líder religioso iraní ayatolá Ruhollah Jomeiní puso precio por su cabeza por la visión que presentó del profeta Mahoma en su novela «Los versos satánicos». Desde entonces, hace dos décadas, ha sido víctima de censura y persecución.
«Algunos gobiernos se empeñan en atacar al mensajero. Bueno, creo que eso me pasó a mí y le ha pasado a otros autores. Lo más sensato es seguir escribiendo y plasmar con mayor contundencia las ideas y no dejarles mayor espacio a la represión», enfatizó Rushdie.
El escritor se presentó en el Teatro Heredia de Cartagena, con capacidad para un millar de personas, pero una vez que inició su conferencia cientos de personas que no pudieron entrar protagonizaron desórdenes para forzar que se les permitiera la entrada.
El escritor es el invitado central del «Hay Festival», un evento cultural que reúne en este puerto colombiano a un centenar de escritores, periodistas y artistas de 15 países. Este año el tema central giró en torno a los escritores víctimas de la censura o la persecución.
Rushdie nació en Bombay, India, en junio de 1947. Siendo adolescente fue enviado por sus padres al Reino Unido, donde estudió en Rugby School, uno de los más prestigiosos internados británicos. Más tarde estudió historia en el King»s College de la Universidad de Cambridge.
El «Hay Festival» nació en 1988 en la población inglesa de Hay-on-Way y anualmente reúne escritores, músicos, pintores, diseñadores y expertos en medios de comunicación que reflexionan sobre sus actividades. Desde 2006 se realiza en el puerto caribeño de Cartagena.