Para las tropas de Solimán el Magnífico, todo parecía estar perdido, el número de bajas aumentaba a cada segundo, y ya se había retrocedido mucho terreno, el momento de rendirse había llegado.
César Guzmán
cesarguzman@yahoo.com
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Sin embargo, ese valiente sultán de la Edad Media no pensaba así; en contra del consejo de sus generales, lanzó a sus cansadas tropas a un feroz contraataque, para morir o vencer gloriosamente.
Con palabras de fuego, encendió el ánimo de sus soldados; esto fue lo que les dijo:
«Mis bravos guerreros, ustedes nacieron para triunfar, así que vamos todos a luchar seguros de ganar. ¡A conquistar la victoria!»
Y con sangre, sudor y lágrimas, sus ejércitos lograron otro gran triunfo.
¡JAMíS ME RENDIRí‰!» ES EL LEMA DE LOS GRANDES