Los escritores hablan de sus obras, las defienden, se enfurecen con las críticas, pero sus semblantes cambian cuando se refieren al placer que sienten como lectores, sus primeros acercamientos y autores preferidos.
Los escritores argentinos, Tomás Eloy Martínez y Ricardo Piglia, participaron sucesivamente del panel bautizado «El placer de la lectura», tal vez uno de los espacios más interesantes de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara (FIL).
En un clima relajado, donde no están a la defensiva esperando alguna pregunta capciosa sobre sus obras, en paneles separados, fueron desgranando sus vidas a través de la lectura.
«La lectura siempre es un placer, aún en los momentos que es una obligación, como la preparación de una clase para la universidad», dijo Martínez, profesor en universidades de Estados Unidos donde está radicado, al señalar que incluso sentía satisfacción cuando debía releer a los clásicos griegos.