Elecciones en Ecuador


Proselitismo. Un niño conduce su bicicleta frente a una lámina con propaganda electoral del candidato ílvaro Noboa.

La desconfianza entre los seguidores del izquierdista Rafael Correa y el derechista ílvaro Noboa parece desbordarse cuando restan pocas para la vigilia que seguirá al balotaje presidencial de mañana en Guayaquil, bastión electoral del millonario de derecha.


La campaña de Correa no «quiere sorpresas» y por eso ubicará a un observador en cada una de las 7.461 mesas electorales de la provincia del Guayas, de la que Guayaquil es capital y cuna de los dos aspirantes, advierte Manuel Santillán, veedor de Alianza Paí­s, el movimiento del izquierdista.

«Ya sabe compañera, a pelar el ojo (estar atenta), no tenemos que permitir un fraude», espeta Santillán a una mujer que apresurada ingresa al colegio electoral del barrio Domingo Comí­n, en el sur del puerto, para cerciorarse del lugar que le correspondió.

Como ella, otros militantes de Alianza Paí­s preparan la vigilia de la segunda vuelta, en lo que parece serán las votaciones más reñidas entre izquierda y derecha desde el retorno de la democracia a Ecuador en 1978.

Cerradas las urnas, los resultados definitivos tardarán uno o dos dí­as en conocerse, en una larga espera que según ambos bandos puede ser aprovechada para alterar el veredicto.

El nerviosismo es evidente. «El riesgo de fraude existe», afirmó Antonio Gagliardo, jefe regional de la campaña de Correa, anotando que Alianza Paí­s, a diferencia del partido de Noboa, no tiene representantes en ningún tribunal electoral.

«En Guayas, por ejemplo, el presidente del tribunal (Roberto Ponce Noboa) es primo hermano de ílvaro Noboa y ha hecho caso omiso a nuestra demanda de que renuncie al cargo», se quejó.

La tensión también domina las filas del Partido Renovador Institucional Acción Nacional (Prian), de Noboa, aunque por un temor diferente.

«Conocemos que Correa provocará la subversión en las mesas donde pierda», dijo Lawrence Cassanello, presidente de Poder Cí­vico Ciudadano, un grupo de profesionales que respalda a Noboa.

«Queremos un proceso transparente y lo defenderemos, pero sin golpes», subrayó el abogado sin mutar el gesto tranquilo con el que instruye a la red de voluntarios que montará guardia en las mesas de votación, adonde también llegarán los seguidores de Correa.

Más exaltados, los votantes del izquierdista dejan ver el miedo por un fraude, aunque consideran exagerada la alarma de un brote de violencia si pierde su candidato.

«El pueblo no va a permitir que impunemente haya fraude», sentenció Gagliardo, descartando sin embargo que la ola verde que caracterizó la campaña del izquierdista termine en guerra.

«Tenemos un espí­ritu cí­vico y queremos salvaguardar la paz y tranquilidad, no somos partidarios de la violencia», apuntó.

Correa, a la cabeza

El candidato de izquierda Rafael Correa pasó a encabezar con el 52% la intención de voto para el balotaje presidencial del domingo en Ecuador, frente a 48% del magnate ílvaro Noboa, con lo que se mantiene un empate técnico, según una encuesta difundida ayer.

De acuerdo con el sondeo de la empresa Cedatos-Gallup, los indecisos representan el 17% del electorado, por lo que «no es posible adelantar el resultado final de las elecciones».

Una investigación de la misma empresa revelada el 17 de noviembre atribuyó a Noboa el 52% de las preferencias contra 48% de Correa, e indicó que el multimillonario habí­a perdido 18 puntos con respecto a su adversario.

La encuesta publicada ayer, que cerró en el jueves, consultó a 4.554 personas en 18 de las 22 provincias del paí­s y su confiabilidad es del 97%.

Noboa ganó la primera vuelta del 15 de octubre con el 26,8% de los votos válidos, relegando al segundo lugar a Correa que obtuvo el 22,8%.