Los fieles de la pequeña localidad panameña de Atalaya, en la región de Veraguas, 300 km al suroeste de la capital, están atónitos por las supuestas lágrimas de sangre que han aparecido en la imagen de la Virgen Dolorosa en la Basílica de la localidad, informa un diario local.
Según el rotativo Panamá-América, los fieles «catalogan el hecho como otra señal de Dios» a raíz de la polémica restauración de una imagen de Cristo, de varios siglos de antigí¼edad, que ha soliviantado a la población.
Los fieles han protestado durante la última semana con vigilias y manifestaciones por los cambios de la imagen del Cristo.
Este fin de semana una turba de fieles intentó linchar al obispo de Veraguas, monseñor Mario Brown, y al sacerdote de la iglesia, Gilberto Hernández.
El obispo finalmente reconoció que la nueva imagen es distinta a la original, aunque no ha dado detalles sobre el paradero de ésta.