Egipto espera hoy que el movimiento islamista Hamas apoye lo antes posible su plan para poder anunciar antes del fin de semana un alto el fuego en la franja de Gaza.
Las discusiones, calificadas de «cruciales» en El Cairo, se reanudaron el martes entre una delegación del movimiento islamista y el director del servicio de inteligencia egipcio, Omar Suleiman.
«Trabajamos seriamente con el Hamas, debemos terminar con la vaguedad y ellos deben decir sí, ahora, a nuestro plan», dijo a la AFP un diplomático egipcio de alta jerarquía que solicitó el anonimato.
Según este responsable, que está en pleno corazón de las negociaciones diplomáticas, «Egipto espera que se pueda detener la maquinaria de guerra israelí hacia fines de esta semana, y que cesen las masacres».
El subjefe del buró político del Hamas en el exilio en Damasco, Musa Abu Marzuk, dijo el martes que hay una «posibilidad» de que el grupo islamista acepte el plan egipcio de alto el fuego en Gaza, con ciertas modificaciones.
«Hay una posibilidad de aceptar la iniciativa egipcia», si la misma toma en cuenta «observaciones sustanciales» del Hamas, declaró Marzuk a la televisión qatarí Al Yazira.
«Si la iniciativa es aceptada, será en conformidad con las bases definidas por el movimiento desde el comienzo, o sea la retirada israelí, el alto el fuego y la apertura de los pasos», agregó.
La ofensiva israelí en la franja de Gaza, lanzada el 27 de diciembre con el objetivo declarado de poner fin a los disparos de cohetes contra Israel, ya ha costado la vida a más de 900 personas.
Según la fuente diplomática, Israel «parece ahora estar de acuerdo» con el plan anunciado hace una semana por el presidente egipcio, Hosni Mubarak, pero el Hamas tiene dificultades para dar ese paso.
La delegación del Hamas (acrónimo en árabe del Movimiento de Resistencia Islámica) está integrada por cinco responsables, tres de la dirección política en el exilio radicados en Damasco y otros dos procedentes de la franja de Gaza.
«El problema es que hasta ahora no hubo verdaderas negociaciones, ni compromiso, ni respuestas claras de su parte», agregó el diplomático.
Entre las divergencias, que todavía no fueron analizadas de forma detallada, figuran la presencia de una fuerza multinacional de observadores del lado palestino a lo largo de los 14 km de la frontera con Egipto, y la duración de una eventual tregua.
«El Hamas afirma que se opone a esa fuerza mientras que Israel está de acuerdo, y el Estado hebreo quiere una tregua por tiempo indeterminado mientras que el movimiento islamista quiere que sea limitada en el tiempo, de unos seis meses», destacó.
Según este diplomático, el negociador israelí, Amos Gilad, está «en situación de espera» para volver a El Cairo. El lunes postergó una reunión con el general Suleiman, su interlocutor desde hace mucho tiempo.
Omar Suleiman, quien junto con Gilad fue el artífice de la anterior tregua Israel-Hamas, cuya expiración en diciembre desembocó en esta guerra, ya negoció treguas entre los israelíes y diversos grupos palestinos en 2001, 2003 y 2005.
«Hay varias señales que nos hacen creer que Israel acepta nuestro plan, pero que no está dispuesto a anunciarlo públicamente», dijo el diplomático egipcio.
«El concepto de la nueva tregua no ha cambiado, pero además del acuerdo de ambas partes de no recurrir a la violencia, es necesario que se aplique con compromisos, garantías y controles multinacionales», agregó.
Un elemento clave es el proceso de reconciliación entre los principales grupos palestinos: el Fatah del presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abas, que domina Cisjordania, y el Hamas, que controla la franja de Gaza.