Termina el calvario: entregan cadáveres calcinados


Estos fueron los primeros cinco osarios donde se entregaron los primeros cinco cadáveres identificados de nicaragí¼enses asesinados en Zacapa en noviembre 2008

Terminó el calvario para las últimas diez familias nicaragí¼enses que hace dos meses empezaron a transitar un camino tortuoso por la masacre ocurrida contra 16 personas en la aldea La Reforma, Huité, Zacapa.

Gabriel Herrera
lahora@lahora.com.gt

Mí­riam Ovalle, directora del Instituto Nacional de Ciencias Forenses (Inacif), dio a conocer que concluyó el complejo proceso de necropsias en los últimos diez cuerpos que no habí­an sido plenamente identificados.

Con la entrega de los cuerpos a sus familiares, termina la parte humana difí­cil y burocrática que significó la verificación de aquellos que fueron quemados dentro del autobús, presuntamente durante las últimas horas del sábado 8 de noviembre y la madrugada del 9 del mismo mes en 2008, donde también falleció un ciudadano holandés.

Ovalle dijo que estarán ofreciendo las facilidades a los familiares para que puedan conducir los restos que ya están preparados y depositados en su respectivo osario, listos para la entrega directa a través del Consulado de Nicaragua.

La dificultad que complicó el trabajo de los médicos forenses y su trámite, fue el estado de calcinamiento que presentaban, ya que esto dificulta la búsqueda de muestras para el examen de ADN, practicado con el objetivo de tener certeza sobre la identidad, explicó Ovalle.

El Ministerio Público ya recibió los informes del Inacif, los cuales se componen de dictámenes completos de las necropsias, balí­stica, de trazas, fisicoquí­micos, biológicos y que han quedando en la dimensión de la investigación, por lo que solo a ese ente le corresponde dar a conocer las originales causas de la muerte sufridas por los quince nicaragí¼enses y el ciudadano holandés, puntualizó Mí­riam Ovalle.

Francisco Jiménez, anterior ministro de Gobernación, señaló al crimen organizado como el autor de esa masacre. Los comerciantes habí­an ingresado por la frontera Las Chinamas El Salvador-Guatemala.