El escándalo que mancilla al capitalismo indio


El gobierno de la India  señaló a Kiran Karnik por escándalo en irregularidades en la contabilidad del gigante informático Satyam.  FOTO LA HORA:  AFP Noah SEELAM

El escándalo por las irregularidades en la contabilidad del gigante informático indio Satyam ha salpicado la reputación del pujante capitalismo del paí­s asiático, que ahora teme las repercusiones del caso en los inversores extranjeros.


El caso estalló cuando B. Ramalinga Raju, fundador y presidente de la cuarta empresa de programas y servicios informáticos de India, admitió que la contabilidad de su empresa fue falseada durante varios años y que las cifras de beneficios habí­an sido infladas en más de mil millones de dólares.

El empresario estará en detención provisional hasta el 23 de enero y podrí­a ser condenado a varios años de cárcel.

La caí­da de uno de los emblemas del sector informático «ensució gravemente la reputación de las empresas indias a ojos del mundo», lamentó el gobierno al nombrar de urgencia el domingo a tres nuevos directivos para la empresa con sede en Hyderabad (sur), que cotiza en las bolsas de Bombay y Nueva York.

El escándalo es un «acontecimiento de una magnitud espantosa y el primero de este tipo», dijo alarmado C.B. Bhave, presidente de SEBI, el organismo de supervisión de las bolsas indias.

Una historia «oscura y vergonzosa que tendrá consecuencias en el «India Incorporated»», como se conoce al milagro económico indio, edificado sobre empresas familiares como Tata, Reliance o Bharti y al que se consideraba como un fenómeno más transparente que el de China, destacó Viju George, del operador de bolsa Edelweiss Securities.

Su colega Hitesh Agrawal, de la sociedad Angel Broking, describió el escándalo como el «Enron indio», en alusión a la sonada quiebra en 2001 de la empresa energética estadounidense.

A pesar de recuperarse un poco el lunes, las acciones de Satyam se hundieron en la bolsa de Bombay y llevaron la capitalización bursátil de la empresa de 3.000 millones de dólares en diciembre a 330 millones el viernes.

Todo empezó hace un mes, cuando Raju trató de que el consejo de administración de su empresa aprobase la compra por 1.600 millones de dólares de las compañí­as indias Maytas Properties y Maytas Infrastructure, lo que llevó a la dimisión de cuatro consejeros.

En su carta de despedida, Raju explicó que era su «última tentativa para sustituir activos imaginarios por reales» y que dirigir Satyam era «como cabalgar un tigre sin saber cuándo descender sin ser devorado».

Puesto que sus informáticos están entre «los más brillantes del mundo», el ministro de Empresas, Prem Chand Gupta, abogó porque la nueva dirección, que se reunió por primera vez este lunes, «aporte la visión y la responsabilidad necesarias en estos tiempos de crisis para restaurar la credibilidad de la empresa».

India, «cuya reputación fenomenal en materia de gestión de empresas está en primera fila mundial», debe «continuar siendo un destino seguro y fiable para las nuevas tecnologí­as», afirmó uno de los nuevos directivos de Satyam, Kiran Karnik, que dirige la Asociación Nacional de Empresas de Programas y Servicios Informáticos (NASSCOM).

Cabe decir que con sus 53.000 trabajadores y clientes en 65 paí­ses, Satyam es uno de los «cuatro grandes» –con Infosys, Wipro y Tata Consultancy Services– del sector indio, que goza de renombre internacional y tiene un volumen de negocios de 50.000 millones de dólares anuales.

Para «recuperar la confianza de los inversores» y la imagen del sector, que está sufriendo especialmente de la crisis económica en su primer mercado, el estadounidense, SEBI prometió tomar medidas «severas», en primer lugar contra la empresa auditora de Satyam, PriceWaterHouse Cooper, que no vio venir el escándalo.