La Oficina de los Derechos Humanos del Arzobispado de Guatemala ha dedicado a la memoria de monseñor Juan Gerardi un valioso y original almanaque de este año 2009, en el que encontramos cada mes una sentencia de Monseñor, hermosamente ilustrada con una fotografía de este mártir de la paz. Este alegórico almanaque nos da a conocer el significado de una verdad y una justicia ideales, el principio y la esencia del pensamiento de Monseñor Gerardi. En los calendarios más antiguos, aparte de los días festivos y las fases de la luna, se podían encontrar diferentes pronósticos del tiempo, apariciones de estrellas y constelaciones, eclipses y otros datos de interés. Aún se pueden encontrar los que traen debajo de cada día el nombre del santo o santa que le corresponde. Actualmente en su mayoría vienen impresos con las festividades más conocidas, los días de asueto y datos generales, algunos con espacios donde nosotros mismos apuntamos los cumpleaños y felices celebraciones de nuestros familiares y amistades. De ahí, alguien diría que los días de dolor y muerte, que han enlutado a Guatemala, no es necesario apuntarlos en un calendario; sin embargo el almanaque 2009 de la ODHAG sí nos señala con fuerza estas fechas dolorosas, porque también son parte de la historia de nuestro país. Es necesario que se indiquen estos sucesos terribles y crueles para no olvidarlos y para que no se repitan; el título de la obra de monseñor Gerardi es muy claro: «Recuperación de la memoria histórica» que debemos tener en nuestra mente todo el tiempo. Y para ello debemos trabajar día a día. La acción de la ODHAG, al editar este calendario 2009, es valiente y necesaria porque lo sucedido es una realidad tremenda; solamente aceptándola y cambiando nuestras actitudes a nivel personal y colectivo, podremos entonces comenzar a hacer realidad el sueño de monseñor Gerardi para construir una Guatemala distinta. En el mes de enero leemos «Es posible la paz, una paz que nace de la verdad de cada uno y de todos: Verdad dolorosa, memoria de las llagas profundas y sangrientas del país; verdad personificante y liberadora que posibilita que todo hombre y mujer se encuentre consigo mismo y asuma su historia; verdad que a todos nos desafía para que reconozcamos la responsabilidad individual y colectiva y nos comprometamos a que esos abominables hechos no vuelvan a repetirse.» Uno de los días señalados como más terribles es el 31 de enero: «Masacre de la embajada de España, 1980.» El enunciado del mes de Febrero nos dice: «Es claro que la reconciliación nace de la verdad y de la justicia; no se trata en ningún momento de olvidar. La impunidad que se legaliza a través de amnistías es forzar a la sociedad a guardar en el corazón el miedo, fomenta la humillación de la persona y niega su dignidad. Reconciliar es pues, romper con la impunidad y trazar el camino nuevamente en las mentes y corazones de todos.» Dentro de los días que nos recuerda el almanaque, figura el 25 de febrero en que se conmemora el Día Nacional de la Dignidad de las Víctimas del Conflicto Armado Interno, y en esa misma fecha, la presentación del Informe Guatemala Memoria del Silencio CEH, 1999. En Marzo encontramos la siguiente sentencia: «La opción preferencial por los pobres y la promoción y defensa de la dignidad de la persona en la perspectiva de la Nueva Evangelización de lo social, están íntimamente ligadas con la construcción de una sociedad más justa, fraterna y solidaria, como expresión del amor.» El 21 nos recuerda el día internacional contra la discriminación racial; el 22 día internacional del agua, y el 24 el martirio de monseñor Romero en 1980. Los meses que restan los detallaré en la próxima nota.