De conformidad con la Constitución Política de la República, artículo 183 inciso i), el presidente ílvaro Colom, este 14 de enero, al iniciar su período de sesiones el Organismo Legislativo, deberá entregar informe escrito sobre la situación general de la República y de los negocios de su administración realizados durante el año anterior. En esta sesión solemne es conveniente que personalmente haga un resumen ante los representantes legítimos que el pueblo de Guatemala eligió, el cuerpo diplomático y su Gabinete, donde señale lo bueno, lo regular y lo malo que su gestión logró en el 2008, así como sus propósitos futuros.
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Anticipándome a dicha intervención, a dicho informe, es probable que el Presidente haga constar que la situación económica y social del mundo es distinta a la que prevaleció en los cuatro años anteriores a su primer año de gobierno; que el ambiente y las condiciones son menos favorables, por lo que su gestión ha sido menos fácil, que la actitud de la mayoría de los medios escritos en el país ha sido mucho más agresiva, más crítica de lo que lo fue con el anterior gobierno y por supuesto este factor ha obrado en la opinión pública.
Durante este primer año de gobierno, dentro de lo bueno se encuentran los diferentes programas que bajo la denominación de Cohesión Social se han implementado, estos programas van directamente a paliar la extrema pobreza y la pobreza de ese 54% de habitantes del país; no puede, ni debe dejar de reconocerse que la inversión de los impuestos en combatir el hambre, la desnutrición, la falta de asistencia a las escuelas y a los centros de salud debe continuar.
También debe señalarse como bueno que durante este gobierno ya no se importan cientos de furgones a través de la Secretaría de Obras Sociales de la Esposa del Presidente (SOSEP) con la orden de que no sean abiertos, ni revisados; tampoco se han hecho millonarias transferencias para continuar el dudoso elefante blanco que es el aeropuerto internacional de la capital; que su Gabinete, si bien cuenta con algunos empresarios, éstos han sido escogidos por el Presidente y no por parte de la cúpula económica del país.
En lo regular, deberá reconocerse que la crisis económica mundial ha afectado al país y ha propiciado el otorgamiento de privilegios a través del Ministerio de Economía en la harina, huevos, en el pollo y en otros productos que integran la canasta básica, sin que esto a su vez se haya traducido en un beneficio concreto y directo a favor del consumidor. Algo similar ha sucedido en la importación y venta de derivados de petróleo que suben como un rayo pero bajan con la lentitud de un globo que lentamente va llegando a buscar el precio justo del mercado internacional, afectando con ello la producción interna, la exportación y los servicios.
Dentro de lo malo, no puede negarse los pocos y precarios resultados en el área de seguridad, los asesinatos de pilotos, la violencia de género y más triste aún, el involucramiento de agentes de seguridad en actos que debían de prevenir y bajo ningún concepto participar.
El mensaje verbal, ante el pleno, debe contener los lineamientos del futuro. Ojalá que se manifieste el compromiso de aumentar la carga tributaria, que los impuestos indirectos porcentualmente bajen y los impuestos directos aumenten, cumpliéndose con la norma de ecuanimidad y de justicia que el que más recursos posee más utilidades obtiene, más debe de contribuir para que así el pequeño y mediano empresario surjan y los asalariados contribuyan pero en mucho menor proporción de lo que actualmente lo hacen.