Importadores y comerciantes bolivianos cortaron ayer la principal ruta que une a Bolivia con Chile, en una protesta indefinida por un decreto del presidente Evo Morales que limita la importación de autos usados, desde el puerto norteño de Iquique.
La protesta comenzó ayer en la mañana en la comarca andina de Tambo Quemado, 310 km al suroeste de La Paz, en la misma línea fronteriza que conecta a Bolivia con la ciudades chilenas de Arica e Iquique, informó un jefe policial.
El jefe de la terminal de buses de La Paz, coronel José Murillo, afirmó a la emisora privada Erbol que «tenemos la información de que el bloqueo carretero comenzó a las 9 de la mañana (13H00 GMT) de este lunes y por lo tanto se ha suspendido la salida de buses a Chile».
Según la corresponsal en el lugar de la televisora privada PAT, en Tambo Quemado hay «varias docenas de camiones» (que transportan vehículos) que bloquean la vía internacional y que hay más de 1.000 automóviles y camionetas que están varadas.
Para el dirigente de los importadores de autos usados, César Ramos, la protesta busca que el gobierno permita por única vez el ingreso de todos los autos que se hallan en la frontera porque ya fueron adquiridos antes de que se emitiera el decreto, a principios de diciembre.
«Queremos que el gobierno atienda una demanda legítima; si esos autos no llegan a Bolivia vamos a perder nuestro capital de trabajo», afirmó el dirigente.
En Santiago la Confederación Nacional de Dueños de Camiones de Chile (CNDC) anunció que las manifestaciones en Bolivia se agudizará si no se escuchan sus demandas.
«Nosotros tenemos a nuestra gente botada en plena cordillera hace tres semanas y el gobierno no ha hecho nada. Acá se está gestando una situación explosiva si esto no se resuelve», afirmó el presidente de la CNDC, Juan Araya.
Juan Bassi, vicepresidente de la CNDC y que participa en el terreno de las movilizaciones, señaló que la medida de La Paz perjudica «fuertemente a ambos lados de la frontera».
«Los camioneros chilenos están en la aduana boliviana y no pueden ingresar a ese país. El camino está bloqueado y la toma tiene carácter indefinido. Los bolivianos afectados por la prohibición del gobierno tienen el lema de muerte o sangre. Está muy brava la cosa», dijo a medios chilenos.
El 12 de enero está previsto el viaje a Bolivia del director de Asuntos Económicos bilaterales de la cancillería chilena, Andrés Rebolledo, para abordar el asunto.
El decreto boliviano fue emitido a inicios de diciembre y prohíbe la importación de automóviles de segunda mano, con una antigí¼edad superior a los cinco años.
La medida boliviana producirá la pérdida de unos 13.000 empleos en la ciudad chilena de Iquique, principal puerto de embarque de los automóviles a La Paz, y pérdidas por unos 300 millones de dólares, según cifras chilenas.
El viceministro de Gobierno boliviano, Marcos Farfán, ratificó que el decreto no será modificado y anunció que un contingente policial se desplazaba al lugar del conflicto para restablecer el tráfico de pasajeros y carga.
«Se mantendrá la vía expedita porque se trata de una vía de comunicación de carácter internacional, estratégica para el comercio del país y no se va a permitir ningún bloqueo», acotó.
El Ejecutivo boliviano sostiene que la norma evitará que Bolivia sea destino de autos chatarra e impedirá una saturación de transporte.
Medios de prensa bolivianos reseñaron que el parque automotor se habría incrementado en pocos años de 400.000 unidades a un millón, en su mayoría con una antigí¼edad de 11 a 13 años.
El gobierno de Michelle Bachelet dijo que la norma afectaba el clima de integración bilateral, muy mejorado en los últimos años pese a que no hay relaciones diplomáticas.