El presidente electo de Estados Unidos, Barack Obama, inició ayer una dura lucha para convencer al Congreso de su plan de reactivación económica, que pretende ejecutar inmediatamente después de que tome posesión de su cargo.
Dos semanas antes de asumir la presidencia y tras dejar a sus pequeñas hijas en el primer día en su nuevo colegio en Washington, Obama empezó a tomar impulso para lanzar el programa con el cual se propone reactivar la principal economía del mundo.
Obama estimó tras una reunión con su equipo económico, que «la mayor parte» del plan de reactivación económica estará lista de acá a la primera semana de febrero.
«Esto llevará tiempo (…) pero creemos que de acá a fin del mes de enero o la primera semana de febrero estará hecha la mayor parte del trabajo», dijo Obama a la prensa, junto a su futuro secretario general de la Casa Blanca Rahm Emanuel y a su futuro secretario del Tesoro Timothy Geithner.
«Con respecto al calendario para el plan de reactivación, haremos lo más importante este mes, no esperaremos. La razón de mi presencia aquí es que presentaremos nuestras últimas ideas al Congreso», indicó Obama, quien asumirá como presidente de Estados Unidos el 20 de enero.
Este lunes empezaron a filtrarse los primeros detalles del paquete de estímulo económico de Obama, con recortes de impuestos por más de 300.000 millones de dólares, el 40% del total de 775.000 millones de dólares del programa, según una fuente cercana al equipo de transición, que habló bajo la condición de anonimato.
El presidente electo ya previó un programa de obras públicas de muchos miles de millones de dólares, incluyendo autopistas y reparaciones de puentes, renovación de las aulas y ayuda a los estados que tienen problemas de liquidez.
El plan, que está diseñado para crear o preservar tres millones de empleos a lo largo de tres años, incluye incentivos fiscales a la producción de energías renovables y provee atención sanitaria adicional para los ciudadanos necesitados.
El plan de estímulo apunta a favorecer proyectos de infraestructura a largo plazo y de creación de empleos, más que a las tácticas destinadas a impulsar el consumo, según Lawrence Summers, asesor de Obama y señalado como director del nuevo Consejo Económico Nacional.
«Cualquier estrategia económica sólida en el actual contexto debe estar dirigida a la creación de empleos que necesitan los estadounidenses y a realizar el trabajo que requiere nuestra economía», dijo Summers en una editorial publicada en el Washington Post.
El Wall Street Journal informó este lunes que Obama planea incluir en su paquete de estímulo un alivio impositivo de 300.000 millones de dólares.
Obama espera que esa reducción de impuestos para quienes ganan hasta 200.000 dólares al año –y que también incluye un crédito impositivo de un año de duración para las empresas que contraten o recontraten personal, por un costo de 40 a 50.000 millones de dólares– ayudará a «crear o salvar» tres millones de puestos laborales de aquí a 2011.