El gobierno estadounidense acudió con 6 mil millones de dólares al rescate del grupo de servicios financieros GMAC, filial de General Motors y de Cerberus, el mayor accionista de Chrysler, amenazado de quiebra en medio de la crisis que atraviesa el sector.
El Departamento del Tesoro anunció ayer un paquete de 6 mil millones de dólares para rescatar a GMAC, filial de la constructora automotriz General Motors (GM) y del fondo propietario de Chrysler, Cerberus Capital Management.
En un comunicado, el departamento dijo que comprará 5 mil millones de dólares en acciones preferenciales con 8% de rentabilidad de GMAC, y otorgará un crédito de mil millones a GM.
A cambio, el Tesoro recibirá garantías de GMAC en forma de títulos privilegiados adicionales, por 5% del valor de su compra de acciones, y obtendrá 9% del dividendo en caso de ser usadas.
De su lado, GMAC dijo que la venta de sus títulos preferenciales de intereses y garantías al gobierno fue completada ayer.
Según el comunicado del Tesoro, los mil millones de dólares para GM fueron asignados específicamente para la operación de recapitalización. «Para que GM pueda participar en la oferta de derechos en GMAC, en apoyo a la reestructura de GMAC en un holding bancario», señaló el departamento.
Estos fondos se agregan a un crédito de más de 9 mil millones de dólares ya anunciado por el Tesoro a favor de GM, para permitirle llegar a fin de año y alejar la perspectiva de bancarrota.
GMAC es la antigua división de crédito automotor de GM, que luego se independizó. El grupo financiero se diversificó en un sector tan afectado como el automotor, el del crédito inmobiliario, y perdió 5 mil millones de dólares en los últimos seis meses.
La quiebra de GMAC, que financia a concesionarios y a los compradores de autos -que en su 90% recurren al crédito en Estados Unidos-, solo incrementaría las dificultades para los fabricantes de vehículos norteamericanos, ya perjudicados por la caída del mercado.
El Tesoro enfatizó que el gesto para rescatar a GMAC es «parte de un programa más amplio para ayudar a la industria automotriz nacional a volver a ser financieramente viable». El programa representa un paquete actualmente estimado en hasta 17.400 millones de dólares.
En efecto, el gobierno estadounidense había anunciado el 19 de diciembre que para evitar el derrumbe del sector acordaría a GM una línea de crédito de 9.400 millones de dólares y de 4.000 millones a Chrysler.
Otra entrega de 4.000 millones de dólares debería ser desbloqueada a disposición de GM en febrero.
Los préstamos fueron concedidos con carácter excepcional en el marco del plan de 700.000 millones de dólares para el rescate del sistema financiero aprobado.
Los recursos vienen acompañados por condiciones extremadamente estrictas: ambos grupos deberán emplear estos fondos «para tornarse financieramente viables», según los términos del acuerdo con el Estado.
De aquí al 31 de marzo, deben probar su viabilidad o, en caso contrario, devolver el dinero.
Frente a la amenaza de una quiebra que habría causado miles de despidos, General Motors y Chrysler, dos de las tres grandes automotoras estadounidenses, aceptaron los términos del gobierno.
Ford, la otra de las «Tres Grandes» de Detroit (Michigan, norte), bastión industrial del sector, pidió apenas una línea de crédito como previsión, pero que en principio no utilizará.